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—¡Hija!— se aproximó a mi e intentó abrazarme pero yo retrocedí nuevamente.
—Preferiría mantener la distancia— dije un poco cohibida ante la situación.
Mi corazón estaba latiendo con fuerza y emociones nada agradables estaban formándose en el interior a modo que lo único que se me cruzaba en mente en estos momentos era irme corriendo directamente a boxes de Mercedes.
Mercedes... Toto.
—¡Oh!— dijo este sonriendo —¡Es verdad! Debemos evitar contacto por... ya sabes— alzó su mascarilla y se la puso.
—Si—
—¿Qué haces aquí?— preguntó un poco curioso.
—La pregunta aquí es qué haces tú en este lugar— observé a mi alrededor —¿Eres un fan?— pregunté y este soltó una risilla mientras negaba.
—No. Aquí trabajo— respondió con naturalidad.
—¿Eres piloto?— pregunté como odiota mientras observaba su camisa.
—No— comenzó a reír un poco más fuerte —Ven, ¡Vamos a mi oficina!— me indicó con su cabeza y comenzó a caminar.
Pero yo me quedé de pie observando como este caminaba y al percatarse que no le seguía, se volteó hacia mi.
—¡Vamos!— exclamó extrañamente feliz.
Asentí con dudas y me obligué a caminar hacia donde él me indicaba.
Llegamos al hospitality de Red Bull que estaba a dos de distancia del de Mercedes por lo que observé con preocupación a mi alrededor antes de entrar con él.
Algunas personas que se encontraban dentro me observaron para luego seguir con sus cosas retándole importancia a mi presencia dentro de las instalaciones al verme detrás de Horner.
—¡Bienvenida a mi oficina!— escuché cuando abrió una puerta y me abrió paso para que entrara primero.
—Gracias— susurré.
—Ahora si hija, ¿qué haces aquí?— preguntó tomando asiento —No me digas que trabajas aquí— me miró curioso y observó los gafetes que colgaban en mi abdomen superior.
—Soy invitada— logré pronunciar.
—¿De Mercedes?— frunció el ceño y yo asentí —Por favor, toma asiento, hija— exclamó y yo asentí —Me parece un poco extraño que Mercedes tenga invitados cuando claramente está prohibido el ingreso de fans o cualquier persona ajena al deporte— frunció el ceño —A menos que...— susurró alzando una ceja.
