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—¡Emergencia!— grité mientras observaba la pantalla de la computadora.
—Emily, contacta a las demás chicas— mencionó Tracy.
—Le llamaré a Jane. Espero haya terminado su sesión de fotos— pronunció.
—Entonces llamaré a Tam, su práctica debió haber terminado hace veinte minutos— respondió y yo asentí.
—¡SOS!— gritó Emily.
—Me conecto de inmediato— escuché la voz de Jane ya que Emily tenía el altavoz.
—Tam no respon... ¡Tami, SOS!— gritó Tracy y escuché un grito desde el móvil de la castaña.
—¡Voy!— escuché.
Dos minutos después todas se encontraban en línea haciendo videollamada grupal con cinco chicas completamente eufóricas y cuatro de ellas esperando que una contara la situación.
—Se que me matarán por decirles esto hasta el día de hoy...— comencé un poco nerviosa —Pero deben creerme que no lo había hecho porque todo ha estado bien con Wolff—
—No me digas que estás embarazada— soltó Tam cubriendo su boca un poco asustada pero a la vez queriendo sonreír.
—¿Se te declaró?— preguntó Tracy.
—¿Te gusta alguien más?—Jane alzó una ceja.
—¿No te estás cuidando?— me miró Emily aterrada —Pero si el ginecólogo al que fuimos para que te aplicaras el implante en enero dijo que es el mejor—
—Y esos duran por mucho tiempo. No ha pasado ni el año—pronunció Jane.
—¡No!— chillé mientras servía más vino.
—Oye, oye... espera, yo también necesito vino— soltó Emily tomando la laptop y comenzó a caminar con el dispositivo en mano.
—¿En dónde estás, amor?— preguntó Tam en voz alta mientras se alejaba de la computadora.
—Austria— pronuncié.
—Si, son dos carreras de la Fórmula 1 en Austria luego del eterno descanso— pronunció Emily mientras descorchaba una botella.
—Son las cuatro de la tarde, Emily— pronunció Tracy.
—Nunca es temprano ni tarde para una copa de vino— soltó con orgullo —Y eso, lo aprendí de Blair— me guiñó un ojo y yo reí.
—Son como... siete horas adelantadas— pronunció Jane.
—Seis— aclaré —Son las diez de la noche—
—Esperen, me serviré también una copa de vino— respondió Tracy rendida.
