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-¡Despierta!- escuché y rápido me acomodé en mi asiento.
-Maldita sea, Tracy- dije entredientes.
-Estamos en clase, no en los dormitorios- respondió con señalando a la profesora que estaba explicando el tema de hoy.
-No he dormido bien- dije mientras abría mi boca para bostezar.
Llevé mi mano a la boca y mis ojos se llenaban de agua a causa del enorme bostezo que salió de mi, delatando lo horriblemente cansada que me encontraba.
-¿Qué te sucede? Normalmente duermes bien a pesar de tantas tareas- preguntó mi amiga y compañera de carrera.
-Estuve pensando casi toda la madrugada en la llamada que me hizo mamá- le dije cerrando mis ojos unos instantes.
-¿Te dijo algo más?- preguntó y yo negué.
-No, solo lo que te dije. Pero eso no me ha dejado dormir- confesé.
-Trato de entenderte pero por favor, no te duermas o te sacaran del salón y no quieres ganarte a Elberse como enemiga- señaló de reojo a la catedrática y yo hice una mueca rendida mientras veía a la mujer señalar el pizarrón.
-Necesito tomar una Monster porque el café no funcionó- susurré -¿Cuánto falta para que esto termine?- volteé a ver a Tracy.
-Veinte minutos- dijo viendo su portátil.
-Genial...- dije para mi misma y me recosté unos segundos sobre la mesa.
-¡Blair!- gritó a lo bajo mi amiga golpeando cerca de mi costilla izquierda.
-¡Ouch!- dije enderezándome para verla con el ceño fruncido.
-¡No te duermas!-
-¡Shh!- se escuchó a mi lado y ambas volteamos a ver.
-¿Podrían callarse? Gracias- susurró molesta una compañera de clase.
-Lo siento- me disculpé y ella nos miró mal antes de regresar su mirada al frente.
Suspiré y traté de prestar atención los últimos minutos de clase aunque me era imposible por el sueño que me estaba venciendo.
La siguiente clase había sido una completa tortura debido a mi batalla contra el sueño. Odiaba no haber podido dormir bien ya que el andar con desvelo significaba que mi día estaba automáticamente arruinado.
La hora de almuerzo la había reemplazado por la hora del descanso. Había ido a mi habitación para reponer un poco el sueño pero como todo lo bueno tiene su fin, tuve que regresar a mis últimas dos clases del día.
Me encontraba en mi último año de carrera en el área de negocios y administración de empresa. Mi sueño siempre había sido tener mi propia empresa así que gracias a mis padres, tuve la oportunidad de estudiar en una de las universidades más prestigiosas del mundo.
