Alya Blythe y la cámara secreta

Advertencia de Dobby

POV Alya.

Un mago, una bruja y un elfo doméstico en una habitación. Si no fuera yo la bruja, diría que es el comienzo de un mal chiste. Aunque considerando los llantos del elfo doméstico, realmente es un mal chiste.

-Dobby es un gran admirador del señor Harry Potter.

"Dobby y más de la mitad del mundo mágico"

-Dobby ha oído de su grandeza, señor y de sus hazañas.

"Sí, sí, muy sorprendente y todo, pero las celebridades también merecen su privacidad"

-Estoy encantado de conocerlo- habló Harry, un poco mareado-. Pero, en fin, ¿ha venido por algún motivo en especial?

-Sí, señor- contestó Dobby con franqueza-. Dobby ha venido a decirle, señor..., no es fácil, señor... Dobby se pregunta por dónde empezar...

-El principio es un buen lugar- interrumpí, igual de mareada que Harry por la verborragia.

-Siéntese- dijo Harry educadamente señalando la cama.

Nuestro pequeño invitado desesperadamente se jaló las orejas, gritando que era un "Elfo malo". Por suerte mi madre no nos llamó la atención, seguramente pensaba que estábamos jugando un videojuego o ella se encontraba ocupada haciendo la cena, o cantando o tal vez todo eso.

"Hablar con Elfos domésticos normalmente es sencillo, pero hacerlo con uno que se ve tan... maltratado, definitivamente se debe tratar esto con pinzas"

-A Dobby ningún mago le había pedido nunca que se sentara como si fuera un igual- siguió llorando el Elfo.

-Se ve que no ha conocido...mfmmfmf-Harry no pudo terminar su oración por mi mano.

Conociendo a Harry por tantos años, podía suponer que diría algo sobre los magos educados que ha conocido el elfo y si respondiera que sí nos llevaría más tiempo intentando que no se lastime.

-¿Qué asuntos debes resolver aquí, Dobby? - pregunté firme.

"Dobby, ese nombre creo haberlo oído antes en Hogwarts. Probablemente de alguno de mis compañeros de casa y si es así, no es buena señal. O es una broma o algo peor"

-Dobby ha oído- dijo con voz quebrada- que Harry Potter tuvo un segundo encuentro con el Señor Tenebroso, hace sólo unas semanas..., y que Harry Potter escapó nuevamente.

Harry asintió con la cabeza, y a Dobby se le llenaron los ojos de lágrimas.

-¡Ay, señor! – exclamó el elfo, frotándose la cara con una punta del sucio almohadón que llevaba puesto-. ¡Harry Potter es valiente y arrojado! ¡Ha afrontado ya muchos peligros!

"Si bueno, él no fue el único que enfrentó grandes peligros"

-Pero Dobby ha venido a proteger a Harry Potter, a advertirle, aunque más tarde tenga que pillarse las orejas en la puerta del horno- Harry me volteó a ver preocupado, solo lo miré en plan "luego te explico"-, de que Harry Potter no debe regresar a Hogwarts.

"Eso... eso no lo esperaba"

-¿Que-qué? -tartamudeó Harry-. Pero si tengo que regresar; el curso empieza el 1 de septiembre. Eso es lo único que me ilusiona. Usted no sabe lo que es vivir aquí. Yo pertenezco al mundo de Hogwarts.

-No, no, no -chilló Dobby, sacudiendo la cabeza con tanta fuerza que se daba golpes con las orejas-. Harry Potter debe estar donde no peligre su seguridad. Es demasiado importante, demasiado bueno, para que lo perdamos. Si Harry Potter vuelve a Hogwarts, estará en peligro mortal.