El heredero de Slytherin

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POV Alya.

"Esto es malo, es espantoso, es horrible"

No sé cómo llegué tan rápido a mi sala común, solo recuerdo que entré como rayo a mi habitación y tomé todas las pociones que puede. Por un instante tuve un deja vú de un evento como este el año pasado.

"Ya se fue al demonio mi propósito de año nuevo de tener el resto del ciclo escolar tranquilo"

Igual a como entré, salí. Bueno, no igual, a mitad de escalera me topé con mi jefe de casa.

-¡Blythe!- gritó aún más fuerte de lo usual- ¡Estamos en toque de queda! Vuelve a la sala común en este instante.

-Mi sala común puede esperar, necesito hablarle de algo urgente- saqué con velocidad el pergamino que quería entregarle a Dumbledore-. Estuve investigando sobre la cámara de los secretos desde que comenzó está locura y sé dónde se encuentra la entrada- Le aventé el pergamino y lo tomé de la muñeca-. Debemos reunir a los demás profesores e ir de inmediato si queremos salvar a Ginny.

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Estaba de nuevo en la sala de profesores. Los demás maestros estaban ahí, mirándome y cuestionando qué tanto de lo que le mostré a mi jefe de casa podría ser verdad. Una parte de mí se sorprendió de la lentitud que tenían para manejar esta clase de cosas, otra parte se sorprendió de no haber sido convertida en sapo por gritar, empujar y arrastrar al profesore más temido durante todo un tramo de escaleras.

-¿Podemos darnos prisa? Harry y Ron deben estar yendo a la cámara de los secretos en este instante.

Los profesores se miraron con pánico y corrieron hasta los baños de Myrtle, yo los seguí, después de tomar una poción revitalizante. Encontramos la entrada abierta, justo donde debería haber un lavabo se encontraba una tubería enorme, lo suficiente para meter un hombre a dentro.

-Por Merlín- exclamó la profesora McGonagall.

Los adultos comenzaron a discutir sobre qué hacer a continuación.

"¿Por qué les gusta perder tanto tiempo?"

Tomé con fuerza mi varita y saqué unas cuantas plumas.

"Comprobaré qué tanto sirvió mi practica para transformar esto en gallos"

-Blythe, no lo hagas- pidió Flitwick. Pero ya había saltado.

Era como tirarse por un tobogán interminable, viscoso y oscuro. Podía ver otras tuberías que surgían como ramas en todas las direcciones, pero ninguna era tan larga como aquella por la que iba, que se curvaba y retorcía, descendiendo súbitamente. Calculaba que ya estaba por debajo incluso de las mazmorras del castillo. Detrás de mí podía escuchar a los profesores, que hacían un ruido sordo al doblar las curvas. Y entonces, cuando se empezaba a preguntar qué sucedería cuando llegara al final, la tubería tomó una dirección horizontal, y caí del extremo del tubo al húmedo suelo de un oscuro túnel de piedra, lo bastante alto para poder estar de pie. Me levanté lo suficientemente rápido para dejar pasar a los profesores.

-Señorita Blythe, eso fue muy irresponsable- me regañó McGongall.

-Lo lamento, profesora- giré la cabeza apenada-. Pero si la entrada estaba abierta es porque Harry y Ron la abrieron. Si ellos están aquí junto con Ginny será mejor no perder tanto tiempo- la mayor no contestó.

-Debemos encontrarnos a kilómetros de distancia del colegio- dijo Flitwick.

-Será difícil regresar por dónde vinimos -dijo Snape.

Alya Blythe y la cámara secretaWhere stories live. Discover now