Alya Blythe y la cámara secreta

La leyenda de la cámara de los secretos

POV Alya

-Vamos, Alya- sacude mi brazo Hermione-. Muy poca gente puede presumir de haber estado en un cumpleaños de muerte.

"¿Por qué alguien celebraría el día de su muerte?"

Días atrás, Harry fue invitado a celebrar el cumpleaños de muerte de Sir Casi-decapitado. Era interesante descubrir una costumbre mágica, pero la idea de estar en un cuarto sombrío repleto de gélidos fantasmas justo el día de Halloween, a la misma hora que el banquete lleno de dulces y ambiente cálido... bueno, escoger sería muy fácil.

-Lo siento, chicos- me separé de Hermione-. El frío me hace bastante mal y él que generan los fantasmas no lo puedo quitar con una poción. Por esta ocasión tendré que pasar.

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La fiesta en el Gran Comedor fue magnífica. Había muchos dulces, calabazas gigantes, murciélagos decorativos y Dumbledore trajo la compañía de esqueletos bailarines como espectáculo.

"Definitivamente fue una buena decisión quedarme a la fiesta"

Fue muy divertido. Lástima que Harry, Ron y Hermione se lo perdieron, porque en esta ocasión estaba permitido sentarse donde uno quisiera. Yo me senté junto a Neville y sorprendentemente, Astoria y Daphne se sentaron junto a mí. La menor de las Greengrass parecía querer hablar con Ginny, pero no la encontró entre todos los estudiantes.

Cuando todo el espectáculo terminó, fue el momento de volver a nuestras habitaciones. Algunos alumnos pedían que la fiesta siguiera, pero Dumbledore dejó en claro que ya era hora de concluir.

-Me divertí mucho- comentó Astoria.

-Me alegro, el año pasado no logré pasarla tan bien- dije.

-¿Qué pasó?

-Un troll entró y Blythe tuvo la brillante idea de seguirlo- contestó Daphne.

-Yo no...

Un grito más adelante paró todas las conversaciones. Los alumnos frente a nosotras bloqueaban el paso. Nadie avanzaba, salvo una cabellera platinada que logró adelantarse.

-¡Enemigos del heredero temed! ¡Los sangre sucia serán los siguientes!- anunció Malfoy.

"¿Qué demonios está diciendo?"

Me adelanté con mucho esfuerzo. El ambiente tenso y las palabras pesadas de Draco no iban a detenerme hasta saber qué ocurría.

"Tenían que ser..."

No sé por qué ya presentía que esto involucraba a mis problemáticos amigos, pero parece que no me equivocaba. Hermione, Ron y Harry estaban justo en medio del pasillo. El suelo cubierto de agua, una misteriosa inscripción en la pared y colgando de una argolla usada para las antorchas se encontraba la Señora Norris.

"Oh mi Dios... esto es terriblemente malo... ay Dios mío"

LA CÁMARA DE LOS SECRETOS HA SIDO ABIERTA.

ENEMIGOS DEL HEREDERO TEMED.

-¿Qué pasa aquí? ¿Qué pasa?

Atraído sin duda por el grito de Malfoy, Argus Filch se abría paso a empujones. Vio a la Señora Norris y se echó atrás, llevándose horrorizado las manos a la cara.

-¡Mi gata! ¡Mi gata! ¿Qué le ha pasado a la Señora Norris? -chilló. Con los ojos fuera de las órbitas, se fijó en Harry-. ¡Tú! -chilló-. ¡Tú! ¡Tú has matado a mi gata! ¡Tú la has matado! ¡Y yo te mataré a ti! ¡Te...!