Alya Blythe y la cámara secreta

Pequeñas dudas

POV Alya

-Profesor Dumbledore- el mayor me observó con detenimiento-. Tengo varias preguntas.

-Supongo que tenemos suficiente tiempo para eso antes de la celebración. Adelante.

-¿Usted... no sabía realmente donde estaba la cámara de los secretos? ¿o que el monstruo era un basilisco?

-Tenía mis sospechas sobre los baños del tercer piso, pero jamás supe del todo la ubicación exacta ni tenía los medios para entrar- contestó con voz serena-. En cuanto al basilisco, desde los ataques de hace cincuenta años ya sabía de qué se trataba, pero no consideré prudente asustar al alumnado, la especulación es menos dañina que la histeria colectiva.

"Supongo... la verdad, duré varias noches sin dormir bien con el miedo de que al salir de mi habitación o por los corredores me encontraría con dos brillantes ojos"

-Entiendo. Emmm... también tenía una duda sobre...- el mayor asintió-. ¿Cómo se pueden guardar las memorias en un diario?

El director se quedó un momento reflexionando. Me dio una intensa mirada que sentí que podría escanearme por completo.

-Lo que Tom hizo no fue guardar sus memorias, señorita Blythe- el mayor ajustó sus lentes de medialuna-. Ryddle utilizó magia muy oscura para verter parte de sí mismo en su diario. Entenderás que no puedo decirle exactamente qué fue lo que hizo, ¿verdad?- asentí-. Bueno, si eso es todo, debo terminar de escribir a Azkaban y usted podría volver a su sala común y alistarse para el banquete.

Dicho y hecho. Volví a las mazmorras para darme el baño de burbujas más largo de mi vida. Cuando terminé de quitarme el polvo, sangre y tinta que traía conmigo y me preparé para llegar al gran comedor.

Fue una bonita celebración. Los alumnos petrificados volvieron, sacaron a Hagrid de la cárcel, Harry y Ron liberaron a Dobby, el hermano estirado de Ron consiguió novia, se descubrió la mentira de Lockhart, se cancelaron los exámenes, Astoria se veía mejor que al empezar el ciclo escolar, Draco se volvió rosa por mi poción de broma. Todo fue maravilloso, aunque algunos no estaban contentos por dejar este año sin un ganador a la copa de las casas, pero era lo de menos.

Pudimos sobrevivir otro año en Hogwarts.

Pasaron los últimos días del ciclo escolar con relativa calma, algo que había extrañado bastante. Ya estábamos a nada de subir al expreso de Hogwarts cuando Harry me detiene un momento.

-Alya ¿podemos hablar un momento?

Nos separamos del enorme grupo de estudiantes que salían por las grandes puertas del castillo.

-¿Todo en orden, Harry? ¿Hay algún señor oscuro intentado matarnos?

-No por el momento. 

Cuando estuvimos lo suficientemente lejos del resto, Harry tomó una bocanada de aire y me miró. Intenté que los nervios que me generaba su actitud no se mostraran.

-Después de todo lo que pasamos este año- comenzó mi amigo-, y todo lo que dijo Ryddle en la cámara de los secretos quedé con muchas dudas sobre mí mismo.

Asentí, confundida por este inicio de conversación, pero motivando al azabache a continuar.

-Fui con el profesor Dumbledore para aclarar algunas de esas dudas...

-Entiendo, yo también tenía preguntas para el director... ¿Te dio las respuestas que buscabas?

-Sí, algo así.

El silencio reinó unos minutos, los cuales transcurrieron con Harry incómodo y conmigo empezando a desesperarme.

-Tom Ryddle dijo que él y yo somos parecidos- continuó Harry.

-Recuerdo eso, sin dudas fue una de las tonterías más grandes que pudo decir.

-No, Alya- corrigió el ojiverde-. Tiene razón en varias cosas, nos parecemos físicamente, ambos somos mestizos, hablamos pársel, la única diferencia es que yo soy un Gryffindor... aunque por poco me mandan a Slytherin.

La extraña confusión me dejó pensativa un rato.

"Entonces, ¿Harry se siente culpable por casi ser Slytherin o por no acompañarme en esa casa?"

Los gestos de disculpa y vergüenza parecían indicar una mezcla de ambos escenarios.

-¿Recuerdas el día qué nos conocimos?- mi pregunta parece que tomo desprevenido a Harry.

-No muy bien, fue hace años en la escuela muggle.

-Yo lo recuerdo muy bien. Una pequeña niña llegó a su nueva escuela y con solo dos pasos dentro del patio de juegos fue aventada hacia el suelo por un cerdo humanoide- Harry rio por mi descripción de Dudley-, como por arte de magia apareció un chico escuálido, medio ciego  y de cabellera rebelde que de inmediato saltó en defensa de la pobre y linda niña.

-No fue justo que Dudley te molestara cuando era tu primer día.

-Precisamente es eso. Viste a alguien en problemas y saltaste a defenderlo, aún cuando Dudley era el doble de pesado y tenía a sus amigotes con él. 

-Eso no fue nada realmente, nos declaró la guerra a ambos después de eso.

-Y aún así seguiste enfrentándolo, y no solo a él, también a los maestros corruptos, a los pervertidos, incluso a los temibles perros de la señora Marge Dursley. Siempre estuviste ahí para ayudarme y protegerme, sin importar si te metías en más problemas.

-Eres mi primer amiga y durante mucho tiempo la única, no podía dejar que te lastimaran.

-Es porque tienes un gran corazón. Por eso no me sorprendió que quedaras en Gryffindor y por eso me reí de forma tan poco elegante cuando Ryddle dijo que tú y él eran iguales, alguien con tan poca consideración y amor por los demás como él jamás podrá ser igual a mi queridísimo Harry Potter.

-No sé que decir- comentó después de una pequeña pausa-, pensé que estarías triste porque no pude entrar a Slytherin contigo.

-No negaré que me puse sentimental un tiempo después de que ninguno de los amigos que hice estuviera en mi casa, pero descubrí que también hay gente agradable entre las serpientes- dije observando en la distancia a las hermanas Greengrass.

-Supongo que sí. Slytherin no puede ser tan malo si estás ahí.

Con más animo del que teníamos antes de la plática, retomamos el camino hacia la estación del tren en Hogsmeade. Durante el viaje en tren le comenté a Ginny que no soy la novia de Harry ni tenía intención de hacerlo y apoyándola a tener más confianza tanto para hablar con mi amigo pelinegro como para hacer amigos de otras casas, como Astoria. 

Sin dudas fue un año complicado, pero eso no quitaba el encanto mágico de Hogwarts. 

"Me pregunto que aventuras nos aguardará el siguiente año"