Un viaje sin Harry

5 0 0
                                    

POV Alya

Pasé un maravilloso mes entero en Francia. Hospedaje y guía turística proporcionada por el matrimonio Flamel y la riquísima comida francesa. Mamá aprendió diferentes recetas y convivió bastante con la Señora Perenelle. Yo descubrí trucos muy interesantes de pociones y alquimia y la teoría de muchos hechizos gracias al mismísimo Nicolás Flamel. Lo malo es que me tendré que ir.

"Voy a extrañas mucho al matrimonio Flamel. Por un mes entero pude pretender tener abuelos. Abuelos muy viejitos, algo delicados físicamente, pero muy agradables"

-Les agradezco mucho su hospitalidad- habla mi madre-. Fue un placer conocerlos y pasar tiempo con ustedes.

-Cariño, fue un gusto tenerlas aquí- habló Perenelle-. Pueden venir aquí cuando gusten, siempre serán bienvenidas. Esta es su casa.

-Espero verlas aquí el siguiente año, aún puedo enseñarte más, fille Blythe- se acercó el alquimista y me removió el cabello unos instantes.

-Es una promesa- sonreí emocionada-. Y espero que no haya problema si mando alguna carta de vez en cuando.

-Estaremos en contacto, ténganlo por seguro- el matrimonio nos despidió con una cálida sonrisa.

Escuchamos un pequeño pop en el patio trasero, era la señal de que nuestro tiempo en la maravillosa Francia había terminado. Mi madre y yo tomamos nuestras cosas, nos despedimos una última vez con las manos y tocamos el traslador que nos llevó de inmediato al callejón Diagon.

"Los trasladores son geniales... cuando no te hacen devolver el desayuno"

Dejamos las cosas en una habitación alquilada del caldero chorreante, Después pasamos todo el resto del día para comprar los útiles escolares. Era el último día para comprar y había mucha gente.

"Supongo que los magos también realizan compras de último minuto"

Todo resultaba más caro de lo normal, especialmente los nuevos libros, pero las vacaciones gratuitas ayudaron a nuestra economía. Aproveché el dinero sobrante para comprar ingredientes de pociones y libros extras.

Pasamos la noche en el caldero chorreante y a la mañana siguiente tomamos un taxi hasta la estación del tren. 30 minutos antes de la hora de partida, un tiempo perfecto para despedirme de mamá, acomodar mis cosas y buscar a mis amigos por los vagones.

-Ten, será mejor que tengas algo para el viaje- me da mi mamá una caja llena de galletas y luego me abraza-. No te metas en muchos problemas- Me advierte mi mamá tras darme un abrazo.

-Solo la cantidad de siempre- Recibí "la mirada" y reí-. Cuídate mucho, mamá. Nos veremos en las vacaciones de navidad.

Llego a la locomotora escarlata, igual de brillante y mágica que en el año pasado. Guardo mi baúl y en mi bolso de mano llevo las galletas y algunas cosas extras. Con todo listo, me dispuse a encontrar a mis amigos, pero ni rastro de ellos por todo el tren.

"Sé que a Harry no se le da la puntualidad, pero ya es mucha demora"

- ¿Pero qué tenemos aquí? Es la sangre sucia que se cree Slytherin- dijo pausadamente un rubio molesto.

-No me creo Slytherin, Draco, lo soy. El sombrero me seleccionó ahí por una razón.

-El sombrero tardó mucho tiempo, tal vez no tenías talento alguno para ninguna casa y se apiadó de ti mandándote a Slytherin, pero se equivocó. Eso pasa cuando tienes la cabeza tan hueca como tus amigos.

El pasillo se llenó de alumnos en busca de lugar, yo aproveché para desaparecer entre la multitud. Entré a un compartimiento gruñendo por lo bajo y pensando en todas las contestaciones que pude haber dado. Después de sentarme, el compartimiento se abrió y entraron dos chicas, una niña castaña de ojos verdes y una rubia ojiazul que ya conocía.

Alya Blythe y la cámara secretaWhere stories live. Discover now