Desgracias

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POV Alya.

-¿¡CÓMO QUE PERDIERON EL DIARIO!?-grité agitando a Weasley y Potter de un lado a otro.

-NO FUE NUESTRA INTENSIÓN PERDERLO-gritó el pelirrojo.

-Alguien entró a nuestro dormitorio y lo robó

Intenté respirar para recuperar la calma. No lo logré, así que tomé una poción calmante.

"Sabía que estaba saliendo todo demasiado bien para durar"

Luego de interrogar a Tom un rato y notar que parecía ocultarnos información, les dije a mis estúpidos amigos hombres que fueran al despacho del director para entregar el diario. Como ya es costumbre, el director no estaba cuando lo necesitábamos, así que mis amigos Gryffindor tuvieron la brillante idea de guardar el diario en su habitación hasta que Dumbledore estuviera disponible y entregarlo. Pero ahora el diario no está y perdimos nuestra mejor fuente de información.

-Debió ser otro gryffindor, ¿alguien en mente?

-Nadie.

Suspiré. Decidimos que sería mejor seguir investigando y con suerte, encontraríamos de nuevo a Tom. Por el momento nos concentraríamos en la escuela que también ponía sus obstáculos con los exámenes cada vez más cercanos.

"Respira, Alya. Solo era un estúpido diario. Ya aparecerá"

El tiempo pasó. Pedí consejo a Flamel para escoger mis materias optativas. Luego llegó el siguiente partido de la temporada de quidditch y logré hacer buenas apuestas a favor de los leones. A Gryffindor le tocaba jugar el siguiente partido contra Hufflepuff.

El día comenzó agradable, perfecto para estar a la intemperie viendo los partidos. Cómo ya era costumbre, vería el partido por debajo de las gradas para notar algún movimiento sospechoso de cierto elfo doméstico. En esta ocasión llegué de más temprano para revisar que todo saliera normal durante el partido.

Llegadas las once de la mañana, los equipos saltaron al campo de juego en medio del clamor del público. Oliver Wood despegó para hacer un vuelo de calentamiento alrededor de los postes, y la señora Hooch sacó las pelotas. Los de Hufflepuff, que jugaban de color amarillo canario, se habían reunido para repasar la táctica en el último minuto.

Harry acababa de montarse en la escoba cuando la profesora McGonagall llegó corriendo al campo, llevando consigo un megáfono de color púrpura.

-El partido acaba de ser suspendido -gritó por el megáfono la profesora, dirigiéndose al estadio abarrotado. Hubo gritos y silbidos. Oliver Wood, con aspecto desolado, aterrizó y fue corriendo a donde estaba la profesora McGonagall sin desmontar de la escoba.

"¿Qué pasó? McGonagall es una aficionada a este deporte, ella jamás detendría un partido. Menos si se trata de un juego de su casa"

-¡Pero profesora! -gritó Wood-. Tenemos que jugar... la Copa... Gryffindor...

La profesora McGonagall no le hizo caso y continuó gritando por el megáfono:

-Todos los estudiantes tienen que volver a sus respectivas salas comunes, donde les informarán los jefes de sus casas. ¡Vayan lo más deprisa que puedan, por favor!

"Suena a que pasó algo grave"

Luego bajó el megáfono e hizo una seña a Harry para que se acercara.

-Potter, creo que será mejor que vengas conmigo.

"Sip, definitivamente es algo grave"

Decidí acercarme en mi estado camaleónico y vi que Ron se separaba de la multitud descontenta y se unía a Harry corriendo para volver al castillo. McGonagall no se opuso.

Alya Blythe y la cámara secretaWhere stories live. Discover now