Accidente de pociones

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POV Alya

Diciembre, frio por sus vientos, pero cálido por traer las vacaciones de navidad. Saber que en unas semanas estaré tranquila en mi casa, con una taza de chocolate caliente y regalos me da suficiente animo para tararear en clase de pociones. No muy fuerte, claro, pero aún así es audible.

"tururu... un bazo de murciélago... tururu, cuatro vueltas en sentido contrario a las agujas del reloj... turururu... y calentar 30 segundo...turururu"

Era una clase más de pociones. Por el momento, mi pócima agrandadora parecía estar bien, ya casi terminaba para probarla. Snape pasaba entre los veintiún calderos, criticando los peores líquidos y causando varias risas de parte de Draco Malfoy.

"Podría meter un gallo al castillo como un huevo con una poción para encoger... mejor no, en un descuido termino rompiendo el huevo y no quiero cargar con una muerte en mi consciencia"

Mientras pensaba en cómo meter al colegio al enemigo perfecto del basilisco, una bengala del doctor filibuster despegó entre los calderos humeantes y terminó por estrellarse en la poción de Goyle. Cómo si se tratara de una repetición en cámara lenta, una marea de espeso líquido azul flotó por los alrededores, empapando a muchos alumnos de slytherin, incluyéndome. A penas atiné a cubrirme con mi capa, pero no fue suficiente y mi mano izquierda se hinchó al punto de parecer manopla de béisbol.

-¡Todo el mundo! Guarde la calma- gritó el profesor Snape, pero nadie le hizo caso, todos gritaban y saltaban de pánico- ¡Quédense quietos- los gritos aumentaron-. ¡SILENCIO! - gritó tan fuerte que todos quedamos quietos del miedo-. Los que hayan sido salpicados por la poción, que vengan aquí para ser curados. Y cuando averigüe quién ha hecho esto...

Me formé junto al resto de alumnos afectados. La mayoría tenía un brazo o mano de gran tamaño, pero otros, como Malfoy y su nueva nariz gigante, se veían graciosos. Si no fuera porque yo estaba entre los afectados, tal vez, solo tal vez, me habría reído un poco. En cambio, estaba molesta.

Cuando todo el mundo se hubo tomado un trago de antídoto y las diversas hinchazones remitieron, Snape se fue hasta el caldero de Goyle y extrajo los restos negros y retorcidos de la bengala. Se produjo un silencio repentino.

-Si averiguo quién ha arrojado esto -susurró Snape-, me aseguraré de que lo expulsen.

Harry puso una cara que supongo él esperaba que fuera de perplejidad. Hay me quedó claro que esto fue producto de él. Snape también lo observó. Cuando sonó la campana inmediatamente fui hacia el trio que intentaba escapar lo más rápido de la mazmorras.

-Creo que me deben una disculpa- les susurro cuando los alcancé -. Y no intenten hacerse los desentendidos, sé perfectamente cuando Harry miente u oculta algo- dije pasando mi brazo alrededor del pelinegro-. No les exigiré una explicación, si no quisieron incluirme en su plan será por algo, pero al menos debieron advertirme.

-No sé de qué hablas, Alya- habló Hermione-. Nosotros no tuvimos nada que ver en el accidente de pociones- dijo en tono inocente.

-Ya veo- les doy una sonrisa molesta-. Si lo quieren hacer de ese modo no les quitaré más su tiempo- me separo de mi amigo ojiverde-. Esta vez fue algo inofensivo, pero la próxima vez que resulte afectada por alguna broma suya, no importa si es inofensiva, les costara caro- me retiré.

Durante la escuela primaria hubo pocas ocasiones en las que logré intimidar a los bullys con algunas amenazas y poniendo la peor mirada que mis ojos grises pudiera generar. Los colores fríos parecen tener un gran impacto en los demás, pero los niños les llegaban a temer.

"¿Me habré excedido un poco?... nah, de haber sido otra poción o el caldero de alguien más, el resultado pudo ser más grave"

-Me pregunto que estarán tramando esos tres- murmuro mientras camino hacia la biblioteca-. Bueno, ahora tengo cosas más importantes que investigar.



POV Harry.

-Creo que Snape también sabe que fui yo -les comenté a Ron y Hermione, mientras íbamos deprisa a los aseos de Myrtle la Llorona-. Podría jurarlo.

Hermione echó al caldero los nuevos ingredientes y removió.

-Estará lista dentro de dos semanas -dijo contenta.

-Snape no tiene ninguna prueba de que hayas sido tú -dijo Ron con tranquilidad-. Y a pesar de lo aterradora que puede ser Alya, no creo que ella nos delate. ¿Qué podría hacer Snape sin pruebas?

-Conociendo a Snape, algo terrible -dijo Harry, mientras la poción levantaba borbotones y espuma.

-¿Aún creen que debamos ocultarle esto a Alya?- preguntó Hermione, separándose de la poción-. Estaba bastante enojada.

-Estará bien- comento sin creerlo del todo-. Si no le dijimos nada fue para no involucrarla y estresarla más de lo que ya está.

-Creo que en verdad necesita de las vacaciones- habló Ron-. Desde que comenzó todo esto de la cámara de los secretos le crecieron unas ojeras dignas de un mapache.

-Por eso es mejor que arreglemos esto mientras ella está descansando.

Alya Blythe y la cámara secretaWhere stories live. Discover now