Alya Blythe y la cámara secreta

Los cambios de Hermione

POV Alya

Pasamos las vacaciones con el matrimonio Flamel. Fue lindo pasar la navidad y el año nuevo con abuelos, yo nunca conocí a los míos porque murieron cuando mamá era muy joven, pero la convivencia se sintió tan natural como si realmente fuéramos parientes. Por fortuna ellos se sintieron similar, porque por accidentes los llamé abuelitos durante la cena de año nuevo y tras la vergüenza inicial, me dieron permiso de llamarlos así.

Me sorprendió recibir de regalo un equipo nuevo de pociones de parte de las hermanas Greengrass. Además de eso me regalaron libros, ropa y dulces.

Volví a Hogwarts con ánimos renovados, dispuesta a superarme y divertirme sin importar ninguna serpiente gigante de 15 metros. Conseguí un hechizo que es capas de transformar una pluma en un gallo, así que ya no había razón para temer.

-Hola, Harry, Ron- saludé al dúo problemático-. Díganme, dónde está Hermione, debo decirles de algo que aprendí durante las vacaciones.

-Hola Alya- saludó Harry-. Hermione está... está en la enfermería.

Mentiría si dijera que lo primero que se me vino a la mente no fue a mi amiga petrificada en la enfermería. Por fortuna solo tenía la extraña apariencia de un gato.

-¿Cómo fue que terminaste así?- le preguntó en susurros a la castaña, una vez la encontré en la enfermería.

-Es una larga historia- dijo apenada.

Tome una silla cercana, la puse cerca de mi felina amiga y me senté.

-Tengo todo el tiempo del mundo.

Mis tres amigos pasaron cerca de media hora explicando cómo se infiltraron en mi sala común, utilizando poción multijugos, con el fin de descubrir si Draco era el heredero de Slytherin.

-Entonces, están diciendo que no confiaron en mí cuando les dije que no era Malfoy, no confiaron para decirme el plan y ni siquiera me pidieron ayuda para ubicar mi casa- los tres se voltearon apenados-. Les abría ayudado aún si no me creían.

-¿En serio?- cuestionó Ron.

-Claro. Pudimos haber planeado una broma después de demostrarles que tenía razón.

-Podríamos hacerlo más adelante.

-Oh, no- negó la chica gato-. No pienso volver a robarle a Snape ni mentirle al profesor Lockhart.

"OMG... ¿Escuché bien?"

-Por Salazar... ¡Hermione Granger, la chica más aplicada y estudiosa, la futura premio anual y tal vez primer ministra, le robó al profesor Snape!

-No lo digas así- murmuró molesta.

-Oh, estoy tan orgullosa de ti Hermione, te estamos llevando por el camino del mal.

-NOOOO.

Pasamos un buen rato entre risas cada vez que visitamos a Hermione en la enfermería. El tiempo en el que estuvo nuestra amiga gatificada la apoyamos entre los tres en las tareas y con apuntes. También les ayudé a mis amigos hombres, porque sin Hermione estaban un poco perdidos en algunas materias.

Durante mis tiempos libres estuve practicando el hechizo de transformación pluma-gallo. Y logré convencer lo suficiente a Lockhart para que me diera acceso a varios libros de la sección prohibida para practicar por mi cuenta, todo gracias a las experiencias de Hermione.

"Este año vengo con el propósito de no estresarme tanto"