Devuelta a la superficie

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POV Alya

No esperaba que al apuñalar un diario se produciría un grito tan largo y desgarrador, o la tinta esparciéndose como si fuera sangre. Lo bueno fue que eso bastó para que Tom Sorvolo Ryddle se retorciera de dolor y luego desapareciera en agonía.

-¡Harry!- me acerqué para ayudarlo a levantarse-. ¿Cómo te sientes?

-La cabeza me da vueltas.

Le di un fuerte abrazo a mi amigo. Podía sentir las lágrimas bajando a raudales por mis mejillas, pero no me importaba. Por segunda vez sobrevivimos al señor tenebroso.

Nos llegó un débil gemido del fondo de la cámara. Ginny se movía. Ron casi se teletransportó al lado de su hermana mientras que Harry y yo corríamos hacia la pelirroja, la muchacha se sentó, y sus ojos desconcertados pasaron del inmenso cuerpo del basilisco a su hermano con la cabellera revuelta y una espada en mano, luego a Harry, con la túnica empapada de sangre y apoyado en mí, y por último al cuaderno que éste llevaba en la mano. Profirió un grito estremecido y se echó a llorar.

La pequeña de primer año sollozaba y parecía querer hablar, pero cualquier intento de comunicación se cortó con el abrazo que Ron le dio. El pelirrojo tiró la espada y envolvió en sus brazos a su hermana, ambos comenzaron a llorar.

-¡Ginny! ¡Estás viva!- murmuró el pelirrojo entre lágrimas-. Tranquila Ginny- habló Ron, separándose ligeramente del abrazo fraternal-. Ya terminó todo- Harry le mostró el diario con el agujero que le provocó el-. Ryddle ya no existe. ¡Mira! Ni él ni el basilisco. Vamos, Ginny, salgamos...

Atravesando las puertas de la cámara de los secretos, llegaron la profesora McGonagall cubierta de polvo, el profesor Snape con la túnica desgarrada y el profesor Flitwick con la frente sangrando y levitando a un inconsciente Lockhart.

"¡Hasta que aparecen!"

-Por la barba de Merlín- exclamó McGonagall-. ¿Qué fue lo que pasó en este lugar?

"Solo la abominable aparición de un ex alumno psicópata y la mascota milenaria que heredó de su lejano antecesor... a claro, también casi morimos. Lo usual"

-Parece que nuestro grupo de rebeldes logró rescatar a la señorita Weasley y matar al Basilisco sin ayuda- habló el profesor Snape pausadamente-. Una hazaña admirable pero demasiado irresponsable de su parte.

-¡Tenía que ayudar a mi hermana!

-No podía dejar a mi amigo aquí solo.

-Si yo estoy aquí es por culpa de los escombros. Solo quería traerlos a ustedes, profesores, aquí y que arreglaran las cosas, pero tardan mucho tiempo para organizarse. Luego quedé encerrada y ya no quedó otra opción que actuar.

Los profesores Flitwick y McGonagall por un momento lucieron avergonzados.

"Solo los traje para que hicieran esto y ni eso pudieron hacer"

-Será mejor que vayamos a la dirección- ordenó la subdirectora-... y a la enfermería.

Fawkes guío el camino de regreso con su brillo. Pasamos por el área donde estuvo el colapso, se distinguían columnas de mármol, supongo que de McGonagall para pasar sin desestabilizar el lugar. Cuando llegamos a la tubería por la que entramos, la subdirectora sujetó la pata de Fawkes, nos pidió que nos diéramos la mano y con la fuerza de un solo fénix regresamos al baño de Myrtle.

"Creo que quiero comprarme un fénix"

Myrtle se veía desanimada por ver a Harry con vida.

McGonagall le agradeció a Flitwick su asistencia, le pidió que fuera a la enfermería con Lockhart y junto a mi jefe de casa llegamos a su despacho. Entramos para ver dos cabelleras pelirrojas y la larga barba blanca de nuestro director. Los señores Weasley se alegraron de ver a Ginny y nos agradecieron por su rescate. Un reencuentro conmovedor. 

Alya Blythe y la cámara secretaWhere stories live. Discover now