CHAPTER 8

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-Bebé, ¿A dónde vas sin darme mi abrazo y el beso en mi frente? -Minjeong se dió vuelta y ahí estaban esos preciosos ojos color negro, esa sonrisa y esos hoyuelos en sus mejillas; Minjeong se derritió.

La peliroja se congeló por unos segundos pero luego sonrió amablemente y se acercó para besar la frente de la mayor poniéndose en puntillas a lo cuál Karina la abrazó con fuerzas alzandola. Cuando dejó a Winter en el suelo, la más alta le revolvió el cabello.

-¿Estabas viendo a Giselle? -Preguntó Karina con curiosidad pero hubo algo en su tono de voz que era distinto y Minjeong lo pudo notar, ¿Acaso Karina estaba celosa?.

-Si, ¿Por? -Winter alzó una ceja y luego sonrió esperando la respuesta de la mayor.

Se habían acercado bastante en poco tiempo y cualquiera podía decir que se conocían de toda la vida pero no era así. Ambas tenían una conexión inexplicable y ciertamente, ninguna sabía manejar sus emociones, sin embargo, no lo demostraban solo se trataban como mejor consideraban que debía ser y disfrutaban de cada momento juntas.

-Nada. -Karina se cruzó de brazos sintiendo algo extraño en su ser. No sabía por qué estaba molesta con Winter pero lo estaba y eso no le gustaba.

-¿Estás celosa, Yoo Jimin? -Preguntó Winter con un tono un poco burlón a lo que Karina puso los ojos en blanco y miró fijamente a la más bajita.

-¿Te importa? -Soltó notoriamente molesta a lo que Winter solo se echó a reír y la abrazó por la cintura.

-No debes estar celosa, Aeri es mi mejor amiga de toda la vida, es como mi hermana. -Karina por primera vez en todo este tiempo se soltó del abrazo de su preciado bebé y la miró fijamente.

-¿Por qué no puedo serlo yo? -Preguntó Karina con seriedad mirando fijamente a los ojos de Winter a pesar de que la menor evitaba su mirada.

-¿Quieres ser como mi hermana? -Winter preguntó confundida y ladeó un poco la cabeza mientras pensaba un poco la situación.

Karina suspiró y negó lentamente.

-No... -Era la primera vez que Winter miraba a Karina y esta estaba nerviosa. Quiso acercarse nuevamente pero el celular de la pelinegra sonó así que le dejó su espacio personal para contestar.

El rostro de Karina estaba serio y algo ansioso después de esa llamada así que Minjeong olvidó el tema anterior e intentó acercarse pero Jimin se lo impidió y miró a los lados.

-Debo irme. -Dijo firme la mayor sin mirar a su contraria.

-¿Está todo bien? Te acompaño-

-¡No! -Cortó Karina de golpe y se dió la vuelta. -Nos vemos luego, Win.

Y sin más, Karina se marchó dejando atrás a una confundida y dolida Winter.

Siempre era lo mismo con la pelinegra, ponía a Winter en un sube y baja constante con sus actitudes. Karina era un amor con ella cuando estaban solas o con un círculo muy pequeño de amigos pero en público, siempre mantenía distancia y ni hablar de cuando sonaba su celular, parecía alguien completamente diferente y Minjeong no podía comprenderla pero lo intentaba.

Karina siempre le decía que todo estaba bien solo que su vida era un poco difícil y debía hacerse cargo de ello.

Habían días donde Winter no sabía nada de Karina y luego Karina era la misma chica amorosa de siempre. La mente de Winter era un completo desastre al igual que su pecho.

Al llegar a casa solo fué a su habitación y se tumbó en la cama teniendo la cabeza hecha un lío total, no sabía que hacer y para colmo en su casa comenzaron las discusiones. Minjeong se sentía realmente agotada emocionalmente así que solo caminó hasta la sala de su casa con cuidado pues sabía que si sus padres discutían en su propia habitación, no saldrían.

Una vez en la sala de estar, Winter observó la gran variedad de licor que había en la vitrina. Desde wisky hasta ron y vodka. La pelinaranja nunca había bebido en su vida pero sabía que si tomaba lo suficiente dejaría de sentir.

Su sentido común le dijo que tomara vodka de fresa ya que si sabía a fresa, sería más fácil de digerir. Dió el primer trago tras destapar la botella.

Dos tragos.
Tres tragos.
Cuatro tragos.

Al quinto trago Minjeong pudo sonreír; no sentía nada y su mente estaba en blanco, eso le fué suficiente. Cerró la botella y la colocó en su lugar para luego acostarse en el sofá debido al mareo que sentía.

Por primera vez en meses Minjeong pudo descansar.

Cuando despertó de madrugada, revisó su celular como pudo y ahí estaban los mensajes de su persona favorita.

Karina: Lo lamento, no me gusta dejarte así pero debía irme.

Winter suspiró, siempre decía lo mismo.

Winter: no te preocupes, yo entiendo pero me gustaría que me contaras qué sucede.

Karina: No puedo.

Winter: No debes cargar con todo sola.

Karina: Si dos pilares están rotos, no pueden sostener el peso, uno debe ser el fuerte para poder ayudar al otro... Tu no me puedes ayudar.

Los ojos de Winter se llenaron de lágrimas y su pecho comenzó a doler. ¿Por qué Karina le decía eso? ¿Winter estaba tan mal como para que no confiara en ella? Se sentía herida, dolida y decepcionada de sí misma.

El ritmo cardíaco de Winter comenzó a acelerarse y su respiración fallaba. Sentía que todo se le venía encima y que iba a morir así que entre su desesperación se hizo bolita y comenzó a golpear su cabeza sintiendo asco de sí misma. Karina tenía razón, Winter nisiquiera podía hacerse cargo de sí misma, ¿Cómo podría ayudar a alguien más?.

Minjeong sentía que se ahogaba y el llanto no dejaba de salir de forma silenciosa, estaba sufriendo, dolía mucho... Le afectaban las palabras de la chica que adoraba.

¿Serías mi nada? - WinrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora