CHAPTER 35

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Luego de persuadir a Minjeong, lograron ir a la pequeña aula donde estaba todo listo. Al entrar todo estaba oscuro hasta que la luz se encendió de repente y se dió cuenta que todo esta tiernamente decorado de sus cosas favoritas como su grupo musical favorito, su película favorita y por sobre todo, su personaje favorito Charmander. Se sintió realmente conmovida con sus amigas pero cuando se dió vuelta vió a una hermosa Yoo Jimin extendiendole una gran bolsa de regalo.

-Para ti. Feliz cumpleaños, bebé. -Se acercó con cuidado y le entregó la bolsa.

-¿Hicieron todo esto para mi? -Miró la bolsa, luego a sus amigas y finalmente a Jimin. -Muchas gracias, de verdad. -Estaba conmovida y llena de emoción, quería llorar.

-Bueno, la idea fué de la ido... -Aeri aclaró su garganta tras la mirada asesina de su novia y rodó los ojos. -La idea fué de Karina y aunque no quiera admitirlo, al fin tuvo una buena idea. -Su novia le dió un codazo en las costillas y se quejó.

-Feliz cumpleaños, Winwin. -Yizhuo le entregó una cajita color celeste y en vez de un lazo tenía un muñequito de nieve.

-Muchas gracias. -Tomó la cajita y le dió un fuerte abrazo. -Estoy realmente agradecida y feliz con todo esto, chicas. La amo. -Se limpió una lágrima y luego miró a Aeri alzando una ceja. -No te veo nada en las manos.

-En mi defensa, lo pedí por internet y se tardó pero puedo darte un abrazo e invitarte a comer mientras llega. -Ofreció amablemente y aunque le molestaba compartir espacio con Jimin, lo haría por su mejor amiga.

-Trato.

Después de que se sentaran las cuatro en el suelo a conversar un poco, todas miraron fijamente a Minjeong para que abriera los regalos.

-Chismosas. -Todas soltaron una risa y se dispuso a abrir primero el de Yizhuo. -Es preciosa. -Era una cadena de plata con la letra M.

Luego de ese hermoso regalo, decidió abrir el más grande, el que le dió Jimin. Lo primero que notó fué una hermosa figura hecha a mano de Charmander y eso la conmovió a más no poder. Sin embargo, también se encontró con algunos dibujos que al igual que la figura de arcilla, también fueron hechos a mano. Habían unos dulces; sus favoritos y por último pudo observar dos cartas, miró a Jimin confundida y esta se sonrojó.

-Es para que las leas cuando estés sola... -Murmuró suavemente y miró a otro lado a lo cual la menor asintió.

El día fué muy bonito en su totalidad para la no tan pequeña Minjeong y ya por la noche se encontraba en un restaurante comiendo pizza junto a Jimin, su día no podía ir mejor. Se sentía feliz porque los últimos días justo a la mayor habían sido los mejores de su vida y creía que por fin podría estar con ella como tanto ha anhelado.

Ambas comían mientras conversaban y reían amenamente, era un rato muy agradable para ambas y no querían que terminara.

-Bebé, ¿Te gustó mi regalo? -Los ojos de Jimin brillaban por la curiosidad.

-Me encantó. Muchas gracias. -Le regaló una sonrisa.

-¿Leíste las cartas? -Preguntó con nervios en su voz.

-Solo una, la elegí al azar y no he leído la otra. -Sacó de su bolsillo el único regalo que no había abierto, ese era la carta. -Pensé en leerla en el parque cuando estuviera sola.

-Puedo... Puedo leerla para ti si eso prefieres. -Sus mejillas estaban completamente rojas y aunque Minjeong sentía curiosidad, solo le tomó una mano y la apretó suavemente.

-Me parece bien. -Ambas se sonrieron y terminaron de comer.

Cuando ya iban camino al parque para pasar el rato antes de separarse e irse a sus casas. Estaban tomadas de la mano mientras se miraban brevemente y sonreían como tontas enamoradas. Esa noche hacía frío y cuando Minjeong notó eso en las manos de la mayor, se detuvo para darle su abrigo.

-No quiero que enfermes. -Le dió un fuerte abrazo y se lo puso pero la carta se cayó.

-Gracias. -Antes que Minjeong pudiera tomarla, ella se acercó a recogerla y luego miró fijamente a la menor sin entregársela. -Necesito que me escuches. -Su tono era serio pero con algo de nervios, Minjeong asintió.

-Claro, dime. -Se estaba empezando a asustar, sus manos temblaban ligeramente.

Jimin abrió la carta y ahí de pie en donde estaban la comenzó a leer sintiéndose más nerviosa que nunca por lo que diría a continuación.

-Kim Minjeong. -La menor alzó la vista. -Esta carta no es más que la confesión de mi amor por ti. He estado enamorada de ti desde el primer momento en el que te ví y aunque al principio quise negarlo... -Sacó rápidamente sus temblorosas manos y tomó aire nuevamente. -No pude resistirme a ti y a todo este amor que siento por ti. Realmente te pido perdón por todo lo malo que te he hecho pasar y por todo el daño que te causé pero quiero que sepas que si te amo, que te pienso antes de dormir y al despertar. Quiero que sepas que mi vida era completamente oscuridad sin ti pero luego de ti pude ver una hermosa luz, pude verte a ti. -Se limpió las lágrimas que salían de sus ojos y respiró profundo. -Sé que no te he dado lo que mereces pero puedo incluso arrodillarme justo ahora y pedirte que no dejes de amarme porque jamás dejaré de amarte y si en esta vida no puedo estar a tu lado, te juro que te buscaré en todas mis próximas vidas hasta que tu y yo tengamos ese hermoso final feliz que te mereces. Kim Minjeong, te amo más de lo que he amado a alguien en mi vida y pido que me perdones. No me dejes y déjame darte todo de mi. -Guardó la carta en su bolsillo trasero y de su bolsillo delantero se sacó una pulsera de plata con sus iniciales. -Kim Minjeong, si nada es para siempre, ¿Te gustaría ser mi nada? -Se arrodilló sobre una de sus rodillas y miró a los ojos de la menor.

-Jimin... -Los ojos de Minjeong estaban llenos de lágrimas debido a la emoción y sin pensarlo dos veces abrazó a la mayor con mucha fuerza y asintió frenéticamente. -Si... No tengo palabras pero si, me gustaría ser tu nada, Yoo Jimin.

Ambas estaban en el punto más alto de felicidad así que se dieron un beso lleno de todo ese amor que se tenían y cuando se separaron se pusieron de pie para mirarse fijamente.

-Eres hermosa, bebé. -Le limpió las lágrimas a la menor.

-Tu eres perfecta, Yoo Jimin. -La rubia le secó las lágrimas y luego dejó un beso en su frente. -Te amo, mi amor.

-Te amo mucho más, mi amor. -Se dieron otro beso sin miedo a absolutamente nada.

Un beso que les dió el inicio a algo realmente hermoso pero que también sería el principio del fin, de su fin.

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Yooo, guys. Espero se encuentren bien. Aquí les dejo este lindo capítulo y no olviden votar.

Xoxo

¿Serías mi nada? - WinrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora