Cuando la mayor comenzó a alejarse estando ligeramente alterada, Minjeong bajó la cabeza sintiéndose avergonzada por no haber contenido su emoción sobre aquel acontecimiento sabiendo que era un tema delicado para ambas, se mordió el labio inferior y se acercó lentamente hacia Karina.
-¿Dije algo malo? -Preguntó suavemente sintiendo como su corazón se ponía chiquito.
-¿Por qué hiciste eso? ¿Le dijiste que te gusto? -Se llevó las manos a su cabeza y comenzó a negar lentamente mientras intentaba calmarse.
-Yo... Tu me gustas mucho y quería demostrarte que de verdad me importas y que quiero estar contigo... No te afecta a ti, no te preocupes. -La peliroja dió un paso atrás mirando a Karina seriamente. -Lo siento. -Su cuerpo comenzó a temblar sintiendo que la ansiedad le atacaría pronto así que cerró los ojos y de la nada sintió unos brazos envolverla.
El abrazo le hizo sentir que ahí pertenecía y aquel aroma a bebé le hizo saber que definitivamente ahí pertenecía, ella pertenecía a los brazos de Jimin y que sin importar lo mucho que ha sufrido, todo vale la pena si puede recibir un abrazo de Yoo Jimin.
-Terminé con él... -Murmuró bajito la mayor y se aferró aún más a Minjeong. -Lamento haberte tratado mal... Tenía miedo.
Los ojitos de Minjeong se iluminaron nuevamente y se aferró a la mayor sintiéndose llena otra vez, eso significaba que tendría una nueva oportunidad con su primer gran amor, ¿Cierto?
-Sigueme. -Dijo Minjeong tomando la mano de Karina con una sonrisa en sus labios.
-Bebé, no puedo demorar-
-Confía en mi. -Dijo con tono animado y se atrevió a dejar un beso en la mejilla de la mayor para luego tirar nuevamente de su mano hasta que logró convencerla.
Ambas caminaban en silencio por la acera de la calle la cual por suerte estaba vacía y hacía buen clima, era bastante agradable para ambas y se regalaban sonrisas mutuamente al igual que miradas tiernas. Karina tomó la iniciativa de tomar la mano de la menor y entrelazar sus dedos, aquello provocó en Minjeong una enorme emoción inexplicable que le hacía tocar el cielo una y otra vez. Sin dudas, todo valía la pena.
Cuando llegaron a una colina llena de césped y un hermoso atardecer poniéndose, ambas se sentaron en el verde césped aún sin soltarse las manos hasta que la menor habló y tomó ambas manos de la mayor.
-Lamento que Aeri te trate así... -Si su mejor amiga la escuchaba, la mataba.
-No te preocupes, bebé. Ning dice que ella cuida y defiende lo que ama, así que está bien. -Hizo una pequeña mueca de tristeza y Minjeong tomó su rostro sabiendo lo que pensaba.
-Hey, estoy bien. Estoy aquí para ti y te amo mucho, bebé. -Dejó un beso en la nariz de Karina y cuando se intentó alejar, sintió unas manos retenerla por su cintura.
-Dame otro. -La menor sonrió ampliamente y dejó un beso en la frente de Jimin pero esta negó.
-Ahí no es. -Cerró suavemente los ojos y apretó un poco la cintura de la menor.
-¿Dónde es? -Preguntó confundida pero no tuvo más tiempo para pensar porque los labios de la mayor estaban sobre los de ella.
Era un beso lleno de amor y necesidad, se necesitaban, se amaban y se querían mutuamente. Por primera vez en mucho tiempo ambas se relajaron y se besaron como nunca antes lo habían hecho. Lo suaves labios de Jimin se movían sobre los de Minjeong sintiendo que su corazón se quería salir de su lugar. Las manos de Jimin subieron hasta el rostro de la menor e intensificó el beso, Minjeong lentamente comenzó a acariciar el cuello de Karina y cuando ambas se sintieron sin aire, se separaron.
Ambas se miraron fijamente y sonrieron cuando Minjeong se escondió en el cuello de la pelinegra y dejó un par de besos inocentes ahí pero no hizo nada más al igual que Jimin. Todo estaba tranquilo y el sol se despedía de ellas en aquel momento. Minjeong sintió las suaves caricias en su cabello y alzó la vista.
-¿Sientes como está de acelerado por ti? -Preguntó la mayor mientras llevaba la mano de Minjeong a su pecho y esta asintió. -Te amo mucho, Minjeong.
-Te amo aún más, Rina. De verdad te amo. -Se aferró aún más al cuerpo de la mayor y se quedó ahí inhalando su aroma.
-Bebé... Haces cosquillas. -Soltó una risita.
-Lo siento. -Se intentó separar pero no pudo.
-No te alejes de mi... Nunca te alejes de mi. -Minjeong asintió y estando nerviosa se atrevió a preguntar.
-Jimin... Si... -Intentó calmarse. -Si nada es para siempre, ¿Te gustaría ser mi nada? -Las caricias se detuvieron y Minjeong cerró sus ojos con fuerza.
-Si. Siempre seré tu nada, bebé. -Dejó un beso en la frente de la menor y el corazón de la menor se disparó como loco.
Solo ellas sabían y entendían lo que aquello quería decir. No eran novias, no eran pareja ni nada parecido pero era el todo de la otra y eso era completamente innegable pero el resto no lo veía así, era un relación muy difícil que comprender incluso para ellas pero aunque Minjeong lo quería todo, no iba presionar por ahora.
Ese momento entre ellas era único y hermoso, ambas lo necesitaban y querían atesorarlo por siempre pero lamentablemente no era todo hermosamente eterno y el celular de la mayor comenzó a sonar lo que provocó que se separara rápidamente para mirar a todos lados mientras se ponía de pie.
-Min, debo irme. Lo siento, cuidate mucho. -Y sin decir más, se marchó dejando a una muy confundida Minjeong sin embargo estaba muy feliz como para notar algo malo en la típica actitud de su chica. Sin decir más, se fue caminando hasta su casa sintiendo su corazón acelerado aún.
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¿Serías mi nada? - Winrina
FanfictionEl amor puede ser el sentimiento más hermoso que el ser humano pueda sentir nunca. Estar enamorado es algo mágico e inexplicable. Muchas veces el amor triunfa y otras veces las acciones hacen que ese amor se transforme en dolor y en vez de estar ll...