¿Serías mi nada? - Winrina

CHAPTER 23

Si lo días de Minjeong ya eran pesados, ahora lo eran el triple. Desde que le contó a su madre sobre su orientación sexual todo se había vuelto aún más pesado en casa y su madre no dejaba de preguntar si ya se había "recuperado" cosa que para Minjeong era absurdo y siempre le decía que no porque no era ninguna enfermedad. Solo su hermana la trataba como siempre a pesar de saber su orientación sexual y lo agradecía en el alma.

Las discusiones en su casa habían cesado pero igual se sentía un enorme ambiente pesado. Para Minjeong era un día más que se sentía como un día menos, es decir, le daba igual estar en este mundo o no. Sin embargo, había algo que la mantenía de pie incluso cuando estaba tan mal y esa persona era Yoo Jimin, ¿Cómo era posible que la misma persona que le hacía sufrir, también le hacía amarla y vivir por y para amarla? Para Minjeong era sencillo; "Amarla me hace sentir viva incluso si estoy muerta". En su mente se reprodujo Giselle aventandole algo por pensar semejante estupidez pero le daba igual.

Esa tarde decidió salir a caminar luego de varios días encerrada ignorando a todos y todo a excepción de los mensajes y llamadas que recibía de Karina porque solo quería hablar con ella y tenerla cerca. Sin embargo, no iba a verla, quería darle su espacio hasta que la mayor le pidiera verla porque así era siempre, siempre era como Yoo Jimin quisiera y pudiera pero nunca era como Kim Minjeong quería.

Se había vestido con ropa holgada para evitar sentir frío, que se notara su delgado cuerpo y para sentirse abrazada, quería sentir un poco de calidez en su ser. Salió de casa mientras escuchaba música y miraba sus zapatos al caminar, en verdad no tenía ganas de socializar y solo quería ir a un lugar apartado para sentarse a pensar con claridad.

Minjeong sabía que había empeorado fuertemente los últimos días y aunque no quería seguir así le era imposible no sentirse tan mal, tener pensamientos intrusivos y sentirse insuficiente para todos. Era una situación complicada pero sabía que al menos debía dejar el alcohol poco a poco y lo estaba logrando pero a cambio sus manos y piernas seguían pagando el daño de sus ataques de ansiedad y sus ataques de pánico. Sentía mucho asco de si misma y quería vomitar porque no se sentía bien consigo misma hasta que esa dulce voz aparecía en su mente y le decía que era hermosa tal cual como era; era Karina quien solía decirle que era lo más hermoso que había visto nunca.

A lo lejos pudo observar una silueta que conocía perfectamente y aunque dudó un poco, se animó a acercarse pero cuando llegó y se puso detrás de esa chica sentada en una banca, le dió un empujón a su cabeza y se aguantó la risa cuando escuchó sus gritos.

-¿Qué mierda te pasa imbécil? -La más alta se giró y Minjeong soltó una carcajada. -¿Eres estúpida o te haces? -Se cruzó de brazos. -¿Por qué me ignoras?

-Eres escándalosa, Uchinaga. Nisiquiera fue para tanto. -Rodó los ojos y se acercó a su amiga para sentarse a su lado. -¿Y Yizhuo? -Miró hacía los lados en busca de la castaña pero vió a su amiga negar.

-Está ocupada con sus padres. -Suspiró y le dió un pequeño golpecito en el hombro a Minjeong. -¿Qué hay de ti? ¿Por qué no respondes? He estado preocupada por ti, Kim.

-Lo siento... No he querido hablar con nadie... -Respiró hondo y se recostó hacia atrás en la banca cerrando los ojos. -Le dije a mi mamá de mi orientación y no resultó bien.

-Lo lamento, Min. -Le dió un pequeño abrazo a la menor y le regaló un pequeña sonrisa. -En casa mis padres te adoran sin importar qué, eres como mi hermana. -Los ojitos de Minjeong se llenaron de lágrimas y vió a la mayor. -Ven a cenar con nosotros.

-No quiero ver a nadie con quien tenga que interactuar, Aeri. -Murmuró con debilidad y sintió como tomaba sus manos suavemente.

-No debes hacerlo si no quieres pero quiero verte comer, quiero estar contigo y que hables conmigo sobre como te sientes, Min. -Pensó un poco y luego rodó los ojos con fastidio. -Yoo preguntó por ti. -Minjeong alzó rápidamente la vista y sintió su estómago revolverse.

-¿Qué? ¿Cuando? -Sentía la ansiedad subir y la contraria lo notó.

-No, no vas a hablar con ella. Vamos a mi casa antes que se aparezca.

-¿Está cerca? -Sus ojitos se iluminaron.

-Quita esa cara de idiota y vámonos. No la vas a ver, Kim Minjeong. -Se intentó poner de pie pero la menor se lo impidió. -¿Qué te pasa ahora? -Estaba molesta por como la menor seguía ciega de amor.

-Ka... Karina. -Murmuró suavemente y Aeri se dió vuelta observando a la mayor sonreír.

-Borra la estúpida sonrisa, Yoo. Minjeong está conmigo y nos vamos. -Jimin se cruzó de brazos y alzó la ceja mirando a la chica que tenía enfrente.

-Tengo que hablar con mi bebé y lo haré.

-¿Para lastimarla más? -Aeri dió un paso al frente y Jimin sonrió nuevamente mientras negaba.

-No te importa qué debo decirle y no, Aeri, no es tu asunto. -Dió un paso al frente y sintió una mano apretar suavemente la suya.

-No discutan, por favor... -Murmuró apretando suavemente una mano de Aeri y una de Karina. -Por favor.

-Vamonos, Jongie. -Dió pasos para irse pero Minjeong se quedó del lado de Karina. -¿Es en serio? -Minjeong asintió. -Bien. -Se marchó sin decir más y la menor suspiró suavemente hasta que sintió como Jimin la abrazaba.

-Te extrañé mucho, bebé. -La menor besó la frente de su hermosa chica y sonrió ampliamente.

-Adivina. -Besó las manos de Karina. -Ya le dije a mi mamá que me gustan las chicas porque me gustas mucho y quiero estar contigo y- Habló muy rápido hasta que la mayor se separó y habló.

-¿Qué hiciste qué? -Se apartó de Minjeong.