Esa tarde Winter hizo los deberes de su casa lo más rápido posible para luego observarse frente al espejo por un momento.
Ella no era linda como el resto, no era esa típica chica que lucía hermosa con cualquier cosa, no era delicada ni tierna y pensaba que nunca estaría con alguien en su vida. Este último pensamiento le daba igual, ella no quería enamorarse y mucho menos sufrir por no ser correspondida.
Tomó sus llaves junto a su celular y sus audífonos para salir de casa. Mientras caminaba escuchando música se detuvo a observar a una señora mayor que cargaba unas pesadas bolsas y ante esto, Winter fué a ofrecerle ayuda. Cargó las bolsas más pesadas y acompañó a la señora en la parada de buses que por suerte estaba llegando uno que iba justo al destino de la señora, le ayudó a subir y dejó las bolsas de la señora junto a ella. La persona de mayor edad le sonrió, le dió las gracias y le entregó una pequeña bolsa con galletas de vainilla, Winter agradeció de vuelta y bajó del bus.
No le gustaban las galletas así que pensó en dárselas a Karina ya que a Giselle le llevaría tarta de chocolate. Antes de salir de casa, Karina le dijo a Winter que estaría en la cafetería ya que era un punto medio para ambas y ninguna debía caminar de más.
Minjeong se sentía nerviosa y con náuseas pero lo ignoró solo porque pensaba que era producto de socializar con un "desconocido" y eso le hacía sentir nervios y ansiedad.
Cuando entró a la cafetería buscó a la pelinegra con la mirada hasta que la vió sentada tomando su café tranquilamente. Winter se acercó y la observó por pocos segundos hasta que Karina notó su presencia.
-Winter, que gusto que vinieras, toma asiento. -Ofreció Karina con esa hermosa sonrisa en sus labios que volvía loco a cualquiera, realmente a cualquiera y lo sabía porque todos estaban mirándola con adoración.
-Eres nueva aquí pero ya tienes la atención de todos. -Dijo Winter con un ligero tono de broma en su voz a lo cuál la contraria solo levantó una ceja.
-¿Eso crees?... No me interesa en lo absoluto. -Le regaló su mejor sonrisa y buscó los ojos de Winter quien aun no la miraba directamente al rostro para hablarle. -Mirame a los ojos.
Winter quería morir en ese mismo momento, ¿Por qué se molestaba tanto por eso? Aeri y Ning podían entender que a ella ese acto tan simple le costaba un mundo. Karina habló nuevamente.
-Si no lo haces, me haces sentir que estoy hablando sola... -Winter alzó la mirada de golpe y la miró a los ojos por pocos segundos pero luego suspiró.
-Lo siento, me cuesta mucho mirar a otros a los ojos... No es sencillo para mi. -La pelinegra tomó entre sus manos la mano de Winter y le dió suaves caricias.
-Puedo ayudarte con eso. -Winter sintió ese calor tan suave y tierno en su ante el contacto de Karina pero solo la miró como si la contraria tuviera 3 cabezas.
-Eso no es posible, Karina. -La pelinegra sonrió ligeramente y acercó su mano al rostro de Winter para hacer que la mirara a los ojos.
-Mirame, mira mis ojos y dime de que color son. -Winter tragó saliva con pesadez mientras deseaba que la tierra se la tragara, ¡No se conocían! Pero para Karina era de lo más normal.
Las mejillas de Minjeong estaban rojas de la vergüenza y solo pensó que si le hacía caso, saldría de esa situación cuando antes.
-N-negros, son negros. -Una vez dicho esto, quitó la mano de la más alta con suavidad y se puso de pie rápidamente. -Debemos irnos o se hará más tarde.
Karina solo la observó de pies a cabeza con ojos brillosos llenos de curiosidad acto que Winter despidió ignorar.
Al salir de la cafetería, Minjeong solo miraba el suelo mientras jugaba con sus dedos, los tenía dañados por la ansiedad y le era inevitable quitarse esos pequeños trocitos de piel.
-¿Tu nombre es realmente Winter? -Preguntó Karina con total naturalidad mientras se dirigían a una galería de arte.
-Mi nombre es Minjeong pero suelen decirme Winter, soy Kim Minjeong. -Dijo con seguridad y sonrió levemente.
Una de las pocas cosas que le gustaban de si misma era su nombre, se sentía orgullosa de el.
-Min... Es muy lindo, ambos. Yo soy Yoo Jimin pero al igual que a ti me dicen de otra forma, en este caso, Karina. -La mayor miró que Winter llevaba algo en las manos así que comenzó a dar saltos como una niña pequeña. -¡Son galletas!. -Señaló la bolsita que Winter tenía.
-Cierto... Son para ti. -Se las ofreció con amabilidad.
Karina las tomó sin dudarlo y comenzó a comerlas con mucha emoción, parecía una niña pequeña con un juguete nuevo.
-Están deliciosas. -Dijo casi inaudible porque tenía la boca llena.
-Pareces una niña pequeña. -Le dió un pequeño empujoncito en el hombro a Karina y sonrió sutilmente.
-Tengo 19 años pero las galletas son mi mayor debilidad. -Dijo Jimin un poco ofendida pero comer de aquella bolsita era mucho más relevante para ella.
-¿19 años? Wow... Yo apenas cumplo 17 este año... -Suspiró pesadamente, se sentía pequeña al lado de Karina.
Winter tenía solo 16 años pero sentía como si ya hubiera vivido mil años, estaba agotada.
Una vez en la galería, se concentraron en cada una de las obras de arte que llamaron su atención y se tomaron fotos individuales, bueno, Karina se tomó fotos y obligó a Winter para tomarle fotos también.
La tarde fué bastante agradable a pesar de no haber ido a varios sitios como tenían planeado. Finalmente fueron a un parque para tomar aire fresco mientras se sentaban en una banca a observar el atardecer.
Minjeong notó que por primera vez desde lo poco que conocía a Karina, esta no habló y no tenía su característica sonrisa en los labios. Winter quiso preguntar pero cuando estuvo a punto Karina recibió una llamada y se alejó un poco para contestar.
Winter la miraba con curiosidad, ¿Como alguien podía ser tan hermosa? ¿Era eso posible? ¿Cómo me hacía para lucir increíble de cualquier forma?. El corazón de Winter se aceleró y quiso esconderse pero debía ser valiente ya que la pelinegra caminaba hasta la menor con una sonrisa pero sus ojos apagados.
-Debo irme, gracias por pasar la tarde conmigo y mostrarme un poco de la ciudad. -Winter detalló a Karina y notó que estaba algo ansiosa y desesperada.
-No es molestia y si quieres te acompaño a casa no tengo-
-No hace falta, ya vienen por mi. -Jimin le había interrumpido lo que dejó desconcertada a Minjeong porque si, Karina era animada y hablaba demasiado pero esta vez no fué así y Winter se preocupó.
-¿Estás bien? ¿Pasa algo?. -Notó que Karina miraba hacía los lados intentando no gritar y solo respondió.
-Es tarde, ya debes irte, Win. -Algo se sintió mal dentro de Winter pero solo asintió y se despidió agitando la mano mientras fingía una sonrisa.
La pelinaranja se fué sin decir nada más, sintió como si algo estuviera mal pero no sabía que era. Esta vez Karina le aceleró el corazón de una forma que no le gustó.
![](https://img.wattpad.com/cover/369859713-288-k847912.jpg)
ESTÁS LEYENDO
¿Serías mi nada? - Winrina
FanficEl amor puede ser el sentimiento más hermoso que el ser humano pueda sentir nunca. Estar enamorado es algo mágico e inexplicable. Muchas veces el amor triunfa y otras veces las acciones hacen que ese amor se transforme en dolor y en vez de estar ll...