EPILOGO

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-Minjeongie, ¿Me ayudas con esto? -Pidió Giselle mientras intentaba conectar la laptop al televisor.

-Hay que ver que el título universitario te quedó grande. -Quitó a la mayor con un pequeño empujón y comenzó a conectar el dispositivo.

-No soy idiota, es el cable. -Se cruzó de brazos estando indignada y se sentó en el sofá para observar a la menor.

-¿Por qué no ayudas a Yizhuo con los snacks? -Terminó de conectar los dispositivos y quedó satisfecha. Aeri le sacó la lengua.

-Mi novia es autosuficiente. -Dijo orgullosa y Minjeong puso los ojos en blanco.

-Se trata de ser atento, imbécil. -Caminó hasta la cocina y comenzó a servir tres copas de vino para la película.

Estaban en casa de Minjeong para tener una noche de chicas y relajarse un poco de sus apretadas agendas. Habían sido días agotadores entre la larga gira y la promoción de su último álbum pero como lo prometido es deuda, se tomó un descanso junto a Aeri para recuperar energías.

Cuando terminaron de servir los snacks, se sentaron junto a Giselle en el sofá quien no dudó y abrazar a su novia con mucho cariño y por qué no, de forma territorial lo cual le hizo gracia a la menor.

-Si, Aeri, me muero de ganas por besarme con tu novia. -Ningning soltó una risa ante el sarcasmo y  luego alzó una ceja teniendo una idea.

-Bueno... -Comenzó la castaña. -En realidad, sabes que Jeongie ha estado muy sola últimamente y yo quise ayudarla a disminuir eso. -El tono de voz que usó entre coqueteo y nervios hizo que las otras dos chicas se pusieran rojas; Aeri de celos y Minjeong de vergüenza.

-¿De qué estás hablando? -La japones se estaba empezando a molestar y Yizhuo hacía todo su esfuerzo por no reírse.

-¿No le has contado de lo que hicimos, Jeongie? -Ese tono de voz seductor y dulce hizo que la menor se pusiera más roja sin poder hablar. Aeri se puso de pie.

-Ahora si te mato, Kim. -Comenzó a correr detrás de Minjeong quien ya estaba corriendo por todos lados con tal de esquivar a su mejor amiga.

-Cal... Calmate, no es lo que parece. Yizhuo, dile. -Seguía corriendo pero la mayor fue más rápido y se tiró sobre ella para atacarla. La puerta se abrió.

-Minjeong, ¿Cuántas veces te he dicho que.... Qué está pasando? -Preguntó la más alta mientras observaba la escena tan peculiar. Yizhuo comenzó a reír y Giselle se puso de pie.

-Pasa que esta idiota se aprovechó de mi futura esposa y lo va a lamentar. -Le dió un golpe en el hombro y la menor negaba rápidamente acariciandose la zona afectada.

-No es eso, sabes que no. -La mayor alzó una ceja y miró desde la puerta a Yizhuo quien negó entre risas y ahí entendió.

-Ay, Aeri Uchinaga, tantos años y sigues igual de torpe. Tu prometida te está jugando una broma. -Tomó su maleta y entró a la casa.

-¿De qué hablas? - Estaba confundida. Ning habló.

-A lo qué me refería es que Jeongie ha estado muy sola así que hicimos todo lo posible porque finalmente su chica se mudara con ella. -Señaló las cosas que la mayor traía.

-Y tu, ¿no sabes hablar? -Le dió otro golpe a la menor y se devolvió molesta al sofá, Yizhuo comenzó a persuadirla.

Minjeong se acercó a su chica y la abrazó con sus fuerzas en un cálido y hogareño abrazo.

-Te extrañé mucho. Lo bueno es que ya no tendrás que irte de nuevo. -Besó su frente y le regaló una gran sonrisa.

-Estoy donde quiero estar, bebé. -Besó sus labios durante un largo rato, el beso era profundo y cargado de amor.

¿Serías mi nada? - WinrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora