CHAPTER 14

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Una semana más tarde, ya se encontraba Minjeong leyendo su horario de clases publicado en el mural de la universidad. Se sentía pequeña en un mundo de adultos pero sabía que a pesar de eso, ese no sería su mayor problema, si no, su ansiedad social. No podía estar cerca de muchas personas porque se sentía sin aire y con ganas de correr porque sentía que todos la observaban aunque no fuera así.

Luego de tomarle foto a su horario se dirigió al salón donde vería clases esa primera hora, al entrar se dió cuenta que era puros hombres los que habían en el lugar así que fué un poco incómodo caminar hasta su lugar pero se sorprendió al ver hacia la puerta y notar que entraba una chica muy familiar que se acercaba a ella con una sonrisa.

-¡Sorpresa! -Exclamó la chica delante de ella con su aura de diva superior.

-Encima que te veo casi a diario, me toca verte la mayor parte del tiempo ahora. -Puso los ojos en blanco de forma divertida y le regaló una sonrisa mientras la mayor se sentaba a su lado.

-Fuiste tu quien me rogó para que estudiara contigo. -Le dió un pequeño empujoncito en el hombro y miró a su alrededor. -Esto es deprimente. -Dijo con cara de asco mientras observaba a los chicos de distintas edades a su alrededor.

-Aeri, por Dios, cállate. -Le susurró a su mejor amiga en tono de reproche y negó divertida. -Pero gracias a Dios estás aquí conmigo.

-Mamá me pidió que por favor entrara a la universidad y que mejor opción que cursar la carrera contigo, todo fué de último momento. -Explicó con tranquilidad hasta que fueron interrumpidas por el profesor que entró a dar la primera clase.

El día fué bastante sencillo pero lleno de conocimientos y para suerte de Minjeong, Giselle sabía un montón sobre informática y números así que, estaba todo bajo control. Lo único que no tenía bajo control era sus emociones después de aquella charla con Jimin.

Todo seguía normal y bien entre ellas como si nada malo hubiese pasado, como si cada vez se amaran más pero inconscientemente Minjeong quería estar con ella todo el tiempo en cualquier lugar, cosa que Karina no podía permitir pero estaba bien, ella se lo buscó, ella aceptó tener esa "relación" que no era relación. Sin embargo, le dolía.

Además de su situación con Yoo Jimin, las cosas en su casa cada vez eran peores y ya nisiquiera podía estar ahí sin escuchar gritos por parte de sus padres y eso le atormentaba. En casa se encargaba de su hermana menor para que pudiera estar tranquila e ignorar lo malo, quería protegerla y le destrozaba verla llorar pero no había mucho que pudiera hacer más que estar para ella y ser una distracción.

Esa tarde pasó por el parque para verse con Karina pero estaba no estaba en el lugar a la hora acordada así que se preocupó porque se suponía debía haber salido hace unos 15 minutos pero la pelinegra no estaba ahí. Tomó su celular para marcar su número pero justo frente a ella pasó la mayor abrazada del estúpido de Jaewook mientras reían y compartían una conversación. Su pecho comenzó a doler y la respiración le fallaba pero no podría hacer nada al respecto, no tenía derecho.

Se fué a casa sin más porque quería encerrarse y llorar toda la noche pero a penas entró ya había gritos y discusiones por parte de sus padres. Se fué a la habitación de su hermana menor y comenzó a jugar con ella solo para entretenerla a pesar de estar agotada en todos los sentidos.

Minjeong a pesar de tener amistades como Aeri quien siempre estuvo para ella, no se permitía hablarle abiertamente de sus emociones, no porque fuera a ser juzgada, si no porque no quería ser una carga o eso pensaba ella quien creía que cada quien tenía sus problemas y ella no debía poner más peso en la demás.

Por suerte, esa noche Baekhyun quien era policía, tenía guardia nocturna así que esa noche al menos podría haber silencio en casa. Se fué hasta su habitación después de dejar dormida a su hermana y se lanzó sobre su cama sin dejar de pensar en Yoo Jimin y ese imbécil que tanto detestaba sin conocerlo, lo odiaba porque no podía ser él y solo quería ser él para ser la novia de Karina a quien si pueda presumir con orgullo y no ser su segunda opción.

Se sentía mal y con mucho asco a si misma. Karina le había contado que nisiquiera sabía su sexualidad porque debía ser hetero si o si, sus padres jamás le permitirían ser de otra forma.  Minjeong no sabía qué hacer con ninguna de las situaciones en su vida y para el colmo, su salud física se estaba viendo afectada. Nisiquiera podía comer las tres comidas diarias o dormir lo suficiente y eso no es bueno en ningún sentido. Le dolía el pecho constantemente y le faltaba la respiración, además de que su estabilidad mental también iba en picada.

Sus silencioso sufrimiento fué interrumpido por aquella notificación que le hizo sonreír en medio de su caos.

"Buenas noches, bebé".

Era un mensaje de la misma persona que le tenía llorando en ese mismo momento pero quien logró apagar todo el ruido de su cabeza, era Yoo Jimin.

¿Serías mi nada? - WinrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora