CHAPTER 16

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La vida de Yoo Jimin era un completo caos en todos los aspectos y nisiquiera podía decidir que cenar esa misma tarde o siquiera si podía dormir una siesta tranquilamente.

Estaban todos sentados en una mesa, su madre, su padrastro, su hermana mayor y ella. Todos comían con la mayor elegancia y cortesía posible mientras guardaban silencio por educación. Jimin por su parte, solo estaba revolviendo la comida de plato sin ánimo alguno pues no tenía apetito y se sentía cansada. Su padrastro señaló el plato delante de ella para indicarle que comiera pero ella lo ignoró, no estaba humor. Su hermana mayor terminó de comer y se limpió los labios con una servilleta de tela a lo cual su madre sonrió dulcemente.

-¿Cómo te está yendo en el trabajo? Debes estar cansada. -Dijo su madre hacía su hermana mayor.

-Todo va excelente y ya casi me ascienden a el cargo de gerente solo debo seguir dando más de mi por un par de semanas. -Dijo con entusiasmo y naturalidad ganándose aplausos de admiración por parte de los mayores.

-Sabía que llegarías lejos. -Dijo el señor para luego mirar a Jimin quien prefería no meterse en la conversación. -¿No piensas elogiar el logro de tu hermana? Es tu problema si quieres ser inútil pero por lo menos muestras admiración y respeto.

Jimin miró a su madre en busca de ayuda pero esta la ignoró así que suspiró y miró a su hermana mayor con una fingida sonrisa.

-Felicidades. -Fue todo lo que alcanzó a decir, no tenía ganas de ser aún más hipócrita.

-Gracias. -Respondió su hermana mayor.

-Tu hermana está logrando ser alguien increíble en su vida y tu... Nisiquiera puedes comer un plato de comida. A duras penas y te lograste inscribir en la universidad. -Dijo el mayor y ya Jimin podía sentir sus ojos llenarse de lágrimas por la rabia. -Espero que estés siendo agradecida con Jaewook. Vendrá a recogerte en un rato.

-¿Qué? -Dijo con disgusto y preocupación, no quería ver ni estar con ese chico, no le gustaba en lo absoluto. Su padrastro se puso de pie y caminó hasta ella.

-Dije que saldrás con él esta noche y que debes ser agradecida, de no ser por él, nisiquiera hubieses entrado. -Soltó con desprecio mientras la miraba fijamente a los ojos.

-No quiero salir con él... -Murmuró por lo bajo pero para su desgracia él la escucho y sin previo aviso sintió la mano del mayor estrellarse en su mejilla.

-Habla bien, repitelo. -Karina llevó sus manos a su mejilla afectada y lágrimas cayeron. -¡Que lo repitas te dije! -La tomó por el cabello para levantarla de la silla.

-No quiero salir con él. -Un rodillazo a su estómago. Jimin gimió de dolor y se llevó las manos a su rostro para cubrirse pero recibió otro rodillazo en el estómago.

-Te quiero lista en una hora y más te vale que no lo hagas más difícil. -La soltó pero la empujó para que cayera al suelo y una vez ahí, se hizo bolita abrazándose a sí misma.

Su madre y su hermana simplemente recogieron la mesa y se pusieron de pie para alejarse dejándola sola ahí sin siquiera ayudarla.

Luego de unos cinco minutos logró ponerse de pie para dirigirse al baño y poder observar su cuerpo. Todo le dolía. Siempre había una razón para que su padrastro la golpeara e incluso si no había razón alguna, ella sería agredida.

Generalmente no se oponía a lo que le decían pero por primera vez no quería ceder tan fácilmente a estar con ese chico, no lo quería, no le gustaba pero peor que eso, le dolía ver los ojos tristes y decepcionados de Minjeong, le dolía hacerle eso, le dolía ignorarla si estaba con alguien más. Se sentía un asco de persona y al mirarse en el espejo se dió cuenta de que tal vez si merecía sufrir esa situación porque ella también lastimaba a la menor.

Se dió una ducha y luego trató los golpes con una crema mentolada para aliviar el dolor y evitar que los morados se expandieran. Por suerte en su rostro solo quedó una marca roja que podía disimular con maquillaje pero el resto de su cuerpo debía ser cubierto.

Cuando estuvo lista se sentó en la orilla de su cama y comenzó a llorar nuevamente, ¿Como podía salir con ese chico y destrozar a Minjeong? ¿Por qué esa chica siempre era buena con ella? ¿Por qué las cosas no podían ser diferentes y estar juntas como tanto desean? Se limpió las lágrimas con rabia pues escuchó el claxon del auto de Jaewook y se maldijo en voz alta.

Se puso de pie y antes de salir de su habitación se miró miró con desprecio y asco frente al espejo.

-Te odio. -Soltó frente a su reflejo y salió de ahí encontrándose con su padrastro en la sala.

-Mas te vale ser una niña buena. Te estaré esperando.

Karina no respondió y solo salió de allí, respiró hondo e intentó calmarse para luego subirse al auto de aquel chico. Sería un infierno esa noche.

¿Serías mi nada? - WinrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora