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Camille's Pov

El fantasma y yo. Eso parecíamos, caminaba a mi lado pero no mostraba alguna emoción. Aspen había llegado, un viaje que se suponía que lo cambiaría todo había iniciado con el pie izquierdo.

 Cuando Joe pasó a buscarme por la madrugada con el chofer lo hizo al edificio del Penthouse, lugar que yo abandoné luego de dejarlo a él en el hospital con su hijo, no iba a seguir viviendo en ese enorme lugar, y menos sola, así que ese mismo día tomo un poco de mis cosas y me fui a mi viejo departamento. Joe al enterarse de eso enfureció, dijo que yo estaba dando por perdida su batalla por recuperarme al irme de nuestro hogar.  

Yo le di mis razones, el no quiso tomarlas por válidas y le dije que esta bien, no iba a discutir por algo que había dejado claro, a pesar de como me trató accedí a seguir con el viaje. Apenas hace diez minutos habíamos dejado el hangar del Jet, ahora ambos estábamos dentro de la camioneta en dirección al Chalet donde nos esperaban sus amigos de la universidad, el famoso Zach y Kristine, la prometida de esté, Sam Hubbard que al parecer también son amigos con Joe desde esa época, y Nick mi amigo de Legos, una cara amigable si no llegaba conectar espiritualmente con alguien.

Aún viendo las carreteras montañosas a través de la ventana del auto me quise aventurar a tomar su mano, como aquella vez él lo hizo cuando me llevó a Nantucket, pero esta vez su mano estaba fria, muy fria, que al hacer contacto con la mia solo logró sobresaltarle y lo vi guardar sus manos en su abrigo, yo me tragué el nudo en mi garganta y seguí viendo el paisaje convenciéndome a mí misma de que esto era una buena idea.

El auto aparco frente al enorme Chalet junto a la montaña, fui yo quien bajo primero a respirar el aire puro, porque el aire del auto solo me asfixiaba. Joe me imito y junto al chofer bajaron las maletas, yo tomé la que era mía y me comencé a aproximar hacia las escaleras de la cabaña, pero no contaba con que mi maleta pesaría más de lo que esperaba, pero haría esto sola, no le pediría a Joe que me ayudara, no merece hacerlo, fue en vano pensar así, porque Joe pasó a mi lado y no se inmuto en siquiera ofrecerse, así que batalle con los primeros escalones sola hasta que una alma samaritana apareció a mi rescate y lo agradecí porque no se cuanto tiempo me tomaria subir la maleta.

—Déjame ayudarte —reconocería la voz de Nick en cualquier lugar.

—Gracias.

—¿Dónde está tu novio?

—Creo que iba a buscar el baño.

Nuevamente lo protegía.

—Ambos sabemos que no es cierto, ¿pasó algo?

—¿Acaso ustedes no son como mejores amigos, no se hablan?

—Hace varios días que Joe no me habla, y no contesta mis mensajes, pense que tu sabrias que le sucede...

—Pues en algo estamos empatados, Joe parece haberse molestado por cosas que hicimos.

—Pero tu al menos pareces saber que hiciste, yo la verdad que no se que pude haber hecho desde San Francisco para que él no me responda ni un mensaje felicitándolo por ser padre.

—Es muy raro, ahora me causa curiosidad saber porque esta molesto. —ambos reímos.

El sonido de una garganta interrumpiendo mi conversación con Nick nos hizo mirar hacia la parte superior de la escalera donde un Joe con un semblante serio nos observaba.

—Camille ¿ingresaras?

—Eso hacía.

Comencé a subir los escalones hasta llegar a Joe, Nick venia detras mio con mi maleta, cuando quiso saludar a su amigo este lo evitó y le quitó mi maleta de la mano con mucha molestia.

Illicit Affairs | Joe BurrowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora