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Desde la costa este Camille escuchaba atenta a las palabras de Joe a través de la pantalla de su computadora. Él video de Joe confesando su infidelidad ante un grupo de reporteros había recorrido el país en pocos minutos.

Ella se encontraba armando sus maletas nuevamente, recordando la reunión del día anterior que había tenido con la directora de recursos humanos no había sido fructífera, puesto que en aquella reunión no solo se encontraba la directora de esa área, si no también el de relaciones publicas y un par de accionistas mayoritarios de la empresa, entre ellos Trevor que iba en representación de sus padres. 

Debido a que Jives Communications era una de las mejores empresas en servicios de Marketing y Comunicación del país. Era Camille frente a un grupo de hombres y Minerva Hutton, que era la única mujer en una posición de poder en toda la habitación.

—Su currículo es brillante, ha trabajado en proyectos con inversiones millonarias triplicando las ganancias de las compañías en las que trabajó, ¿Vamos a juzgarla por algo que paso cuando ella no trabajaba aquí y que además tiene que ver con su vida privada? —Trevor salió en defensa de Camille.

—¿Uno de esos proyectos no es el del patrocinio entre Kroger y los Bengals? ¿Cómo podemos evaluar si en ese proyecto no hubo influencia por parte de su... compañero para que le aceptaran la negociación? —dijo uno de los accionistas.

—Jamás hubo tal cosa, no me permito mezclar el trabajo con mi vida privada, soy bastante profesional cuando se trata de cosas importantes como lo es mi trabajo y la confidencialidad de los clientes para los que trabajo, mi trabajo en ese proyecto con Kroger era evaluar con cual de los equipos deportivos del estado nos seria más rentable trabajar, no evaluamos solo a los Bengals, también trabajamos con equipos en la liga de beisbol y la liga de soccer, el proyecto que se presento a los ejecutivos de los Bengals también se presento al de los otros equipos como con Reds de Cincinnati y el Cincinnati FC, proyectos que fueron igual de exitosos que el primero que nombre, con todo respeto le pregunto, ¿Cree que Joe Burrow influencio en esos equipos también?

—Por supuesto que no señorita Dobbs, pero su nombre a resonado por las redes sociales durante los últimos días. —dijo Minerva.— Y hemos tenido llamados de algunos de nuestros clientes importantes, entre esos esta la negociación con los Juegos Olímpicos de la cual usted es la responsable a cargo.

—¿Acaso mi trabajo en ese proyecto se ve comprometido de alguna manera?

Minerva no supo que contestar. Los hombres de traje se miraron entre ellos.

—Hemos tomado una decisión señorita Dobbs.

—Señores, ¿No creen que deberían pensar mejor su decisión? —habló Trevor, él ya presentía que previo a esa reunión ya se había decidido el futuro de la chica, invitarlo a él había sido solamente una formalidad.

—No hay nada que pensar muchacho, velamos por los intereses de la compañía, y en estos momentos nuestro interés es no ser relacionados con un escandalo nacional. —Howard Jives, el accionista mayoritario y fundador de la compañía se dirigió hacia Camille—Le deseo mucha suerte en su futuro señorita Dobbs, pero no será trabajando para nosotros, Minerva encárgate de que reciba todos sus beneficios y compensaciones así como también una buena suma en su liquidación.

—Seño Jives... —intentó hablar Minerva pero el hombre la detuvo.

—No voy a seguir hablando de este tema. —dijo antes de abandonar la habitación junto a los otros ejecutivos.

Camille seguía parada en medio de la habitación, con un nudo en la garganta, los ojos cristalizados y una incertidumbre en el pecho, ¿Ahora que haría?

Illicit Affairs | Joe BurrowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora