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Camille's Pov

Sentí como si mi alma volviera a mi cuerpo cuando los golpes en la puerta cesaron y la voz de Sarah se hizo más lejana. Esa fue la señal para que ambos nos apresuráramos a vestirnos.

Cuando terminé de acomodar mi ropa, me acerqué al lavabo para refrescar mi rostro y arreglar mi cabello. Mis mejillas tenían un leve tono rosado; por suerte, no llevaba maquillaje hoy, o habría tenido que dar muchas explicaciones.

Joe se colocó a mi lado frente al espejo.

—Aún me debes una mamada —dijo con una sonrisa.

—¡Joe! —lo reprendí indignada.

—Por favor, si no nos hubieran interrumpido, estoy seguro de que ahora estarías arrodillada frente a mí.

Mordí mi labio inferior al imaginarme lo que dijo, pero me forcé a negar con la cabeza.

—Deja de pensar en sexo por un segundo, te lo pido por favor.

—A Dios le rogabas esta mañana... —empezó a decir, pero le di un golpecito en el brazo para detenerlo, solo para que él se riera—. Está bien, no diré nada más, pero la próxima vez no te escaparás de mí.

Colocó sus manos a los costados de mi cintura y me atrajo hacia él, acercando sus labios a los míos para un beso lento. Al principio, me sorprendió su gesto; era la primera vez que compartíamos un contacto tan tranquilo y sereno. Me pareció tierno que quisiera terminar este encuentro de esa manera.

—¿Por qué ese beso? —pregunté, aún con los ojos cerrados.

—Solo quería besarte unos segundos más —susurró sobre mis labios.

Solo espero que no quiera que esto vaya más allá de lo físico; mentalmente, aún no estoy preparada para pensar en otro hombre de esa manera.

—Besar a una mujer que no es tu esposa está mal.

Lo dije para molestarlo, lo que solo cortó su intento de momento romántico.

—Mejor terminemos esta conversación aquí.

—Tienes razón. Saldré yo primero —dije, soltándome de su agarre.

—Esperaré un par de minutos y luego saldré yo.

Asentí y me dirigí hacia la puerta, pero Joe me detuvo de nuevo, tomándome de la mano y besándome una vez más. Cerré los ojos ante el contacto entre nuestros labios y sentí cómo me arrinconó contra la puerta.

—¿Qué has hecho para no querer alejarte de mí? —preguntó.

No supe qué responder.

—Me tengo que ir.

Joe's Pov

Cerca, quería tenerla cerca de mí el mayor tiempo posible, como si algo en ella me hiciera adicto a su esencia. Pensar que está con otro me atormenta a tal punto que no he estado con nadie desde nuestra noche en el hotel, ni siquiera con Sarah.

En los últimos meses, nos hemos distanciado un poco. No nos llevamos mal, pero no logro entender su postura respecto a tener hijos. Cuando la conocí en la universidad, no pude imaginar otra vida sin estar casado con ella y formar una familia juntos. Eso era algo que al principio compartíamos.

Sin embargo, con el tiempo, Sarah decidió concentrarse en su carrera y dejar de lado la idea de tener un hijo, algo que respeto, pero que yo aún deseo. No voy a obligarla a darme un hijo, pero esto ha creado un vacío que intento llenar de otras formas.

Al llegar a la mesa, besé a Sarah como solía hacerlo, con la esperanza de que eso generara alguna reacción en Camille. Pero ella estaba perdida, observando el asiento vacío donde debería estar Dalton. El poder que él tiene sobre sus emociones me molestaba. Es evidente que ella lo ama, y eso me hace cuestionar por qué decidió estar conmigo esa noche. ¿Acaso busca experimentar algo que no obtiene con Dalton?

La ausencia de Dalton duró varios minutos. Los tres pedimos el desayuno al mesero. Camille comía en silencio, y Sarah me hacía señales para que hablara. Pero no podía discutir lo que quería frente a mi esposa, así que me limité a comer.

Sarah no se quedó de brazos cruzados.

—¿Qué tal está tu sándwich?

—Está bien. ¿Y la comida de ustedes?

—Buena —respondió Sarah.

—Normal —contesté yo.

—Por suerte tienes mucho qué decir hoy, cariño —comentó Sarah, con un tono que me hizo sentir incómodo. Quería hablar de millones de cosas con Camille, pero hacerlo frente a Sarah me parecía una falta de respeto a la privacidad que deseaba tener con ella.

—Al fin llegas, Camille estaba esperando por ti —dijo Sarah con una cierta molestia en el tono.

Dalton apareció después de media hora, se sentó en la mesa y besó a Camille en cuanto se acomodó.

—Vamos cuando tú digas, Big Joe.

—¿Big Joe? —preguntó Sarah.

—Es un apodo que los chicos tienen para mí en el vestuario —respondí, intentando evitar que la conversación tomara un giro incómodo.

—¿Y a qué hace referencia? —preguntó Sarah, un poco confundida.

—A su... a lo que tiene en la entrepierna —contestó Dalton.

Camille casi se ahoga con el bocado de sándwich que tenía en la boca, mientras Sarah se echaba a reír.

—Admito que es gracioso, es mejor que se entretengan hablando sobre apodos que sobre las mujeres con las que nos engañan.

El comentario irónico de Sarah dejó a la mesa en silencio. La cara de Camille palideció.

—Vamos a buscar el carrito, y hablemos de algo menos trivial —dije, levantándome de la mesa.

—No tienen por qué irse, ¿o acaso el comentario los incomodó? —preguntó Sarah.

Con los palos de golf en la parte trasera del carrito, Dalton y yo subimos a él, él de copiloto y yo frente al volante.

—Sarah a veces se pone intensa con esas cosas, no le tomes importancia —le dije a Dalton, sin apartar la vista del camino.

—Pero tiene razón, ¿qué harías si ella tiene un amante?

Nunca consideré esa posibilidad. Sarah aboga por una relación monogámica, y algo así sería una violación total de sus principios, aunque no es devota de una religión.

—No lo veo posible, así que no puedo responderte —dije, intentando evitar el tema.

—¿Alguna vez la engañaste?

—Amo a mi esposa, pero no niego que veo fotos de modelos en Instagram de vez en cuando —admití, aunque omitiendo que también les hablo y comparto cierto tipo de contenido.

El silencio de Dalton y su pérdida de interés en lo que dije me hicieron pensar que estaba escondiendo algo.—Solo dilo, te hará sentir mejor. Libérate de esa tensión antes del partido.

Lo que esperé nunca fue lo que terminó confesando.

—En un caso hipotético de que engañaras a tu esposa, ¿Cómo le dirías que estás esperando un hijo con tu amante?

Frené de golpe el carrito de golf.


beso en la cola muack 💋🫦

Illicit Affairs | Joe BurrowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora