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Cuanto calor.
A pesar de estar sentada al lado de las grandes ventanas, no tenía permitido abrir una completamente. La única fuente de aire fresco era por una apertura delgada, por la que cabrían menos de 3 dedos. Eran las 12 del medio día y mi segunda clase estaba por acabar. Abajo de mi cuaderno de matemáticas tenía una postulación al quipo de volley masculino previamente completada desde la noche anterior.
Estaba emocionada y mucho.
Pasaron 10 minutos cuando por fin sonó el timbre del receso. Rápidamente y sin dirigirle la palabra a nadie salí del aula hacia el despacho de los profesores. Antes de tocar la puerta me acomodé el uniforme y de mi folder amarillo saqué la hoja totalmente intacta.
— Buenas tardes, busco al profesor Takeda. — una maestra alta y tan delgada como un mondadientes me abrió la puerta. Tenía una cara muy seria, pero el ligero maquillaje que llevaba la hacía ver agradable.
— ¿De parte? — su voz era de las más melodiosas que había escuchado. No como la de las canciones románticas, era más como una voz salida de un gran concierto de opera.
— Shizuka Ume.
La maestra me dejó pasar y me señaló el escritorio del profesor. Caminé hacia él esperando unos metros atrás a que termine su llamada telefónica.
— Muchas gracias entrenador, ahí estaremos. Muchas Gracias. — parecía emocionado, más de lo normal. Volteó a verme con una gran sonrisa. — Shizuka, debo decir que esperaba tu visita. Después de ese entrenamiento te vi muy decida a unírtenos.
— Así es profesor Takeda. — le extendí la hoja que llevaba conmigo. — Acá están todos los datos de mi postulación.
— Muchas gracias. Estoy seguro de que todos se alegraran al tener allí. — Hice el gesto de agradecimiento y le pregunté si necesitaba que llenara algo más.
— No. Esto es todo. — guardó la hoja que le di en un folder donde tenía todos los archivos de los integrantes del club. — Te esperamos hoy en el gimnasio para darte la bienvenida.
— Se lo agradezco. — Me despedí de él y de la otra maestra. Ya afuera del cuarto pude sentir la calma recorriendo mi cuerpo. Ya estaba hecho, de ahora en adelante pasaría todas mis tardes en esa cancha deportiva.
¿Qué podría suceder?
...
Después de clases Rin se fue a su club y yo terminaba de guardar mis cosas para ir a los vestidores y ponerme el uniforme deportivo.
— ¡Shizuka! ¿Hoy vendrás al entrenamiento? — me pregunto Yamaguchi acomodándose su mochila en su espalda.
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𝐒𝐓𝐄𝐍𝐃𝐇𝐀𝐋 -𝑻𝒔𝒖𝒌𝒊𝒔𝒉𝒊𝒎𝒂 𝑲𝒆𝒊-
Romanceεïз 𝑳𝒂 𝒗𝒊𝒅𝒂 𝒏𝒐𝒔 𝒅𝒂 𝒗𝒖𝒆𝒍𝒕𝒂𝒔 𝒊𝒏𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒅𝒂𝒔. 𝑪𝒂𝒅𝒂 𝒑𝒆𝒒𝒖𝒆ñ𝒐 𝒅𝒆𝒕𝒂𝒍𝒍𝒆, 𝒄𝒂𝒅𝒂 𝒑𝒆𝒒𝒖𝒆ñ𝒂 𝒂𝒄𝒄𝒊ó𝒏 𝒚 𝒄𝒂𝒅𝒂 𝒑𝒆𝒒𝒖𝒆ñ𝒂 𝒅𝒆𝒄𝒊𝒔𝒊ó𝒏 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒐𝒎𝒆𝒔 𝒕𝒊𝒆𝒏𝒆 𝒖𝒏 𝒑𝒓𝒐𝒑ó𝒔𝒊𝒕𝒐. εïз 𝑻𝒐�...