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— Saldré a caminar, los veo luego.— Yamaguchi salió del salón dejándonos al rubio y a mí.
Era hora del receso y habíamos terminado todos de comer. Hoy cancelaron la segunda clase porque varios maestros estaban teniendo una reunión imprevista, así que tendríamos el doble de tiempo para descansar. Por supuesto el pecoso no iba a desaprovechar esta oportunidad por lo que salió a encontrarse con la chica del 1-5.
— Yamaguchi se ha visto muy animado estos días.— dije mientras guardaba todo en mi lonchera.
— Sí, supongo que es lo normal cuand... — el rubio paró de hablar al momento de ver a Hinata y Kageyama entrar a nuestro salón. Volteé mi vista hacia ellos y los saludé.
— Hola Shizukaaa.— gritó Hinata mientras se acercaban a nosotros y el pelinegro solo se inclinó. — Tsukishima, ayúdanos a estudiar por favor.
Ambos chicos llegaron con sus cuadernos y un par de lapiceros. Según me contó el rubio se estaban esforzando bastante en aprender los temas que les faltaban. Sin embargo, aún necesitaban más puntos para llegar a la nota aprobatoria.
— No.— fue lo único que respondió.
Que sorpresa.
— Pero falta solo una semana para los exámenes. — dijo Hinata con tono de desesperación mientras que Kageyama fruncia el ceño.
— Dije que los ayudaría antes y después del club, ¿no? — Tsukishima le preguntó con indiferencia.
— Pero el profesor de inglés no está y...
— Ahora estoy fuera de servicio. — entonó el rubio para luego colocarse sus audífonos. El par de amigos no tuvieron más opción que salir a regañadientes del salón.
— No tienes que ser tan duro con ellos ¿lo sabes, no? — le dije mientras sacaba mis cuadernos de inglés y literatura.
— No es mi culpa que no respeten lo que acordamos. — dijo mientras me veía acomodar mis cosas entre mis brazos.
— Jajaja, nunca cambias rubio. —me paré de mi asiento con los cuadernos en mano y me dirigí a la salida aún sintiendo su mirada en mí.
— ¿A dónde vas? — fue lo último que escuché de él para desaparecer cruzando la puerta del salón.
Troté por los pasillos esquivando a todo el que pasaba por ahí hasta divisar a mis dos amigos. Los llamé y ellos se giraron a mi dirección.
— ¿Shizuka? — preguntó el pelinegro mientras me integraba con ellos.
— Chicos, vine a ayudarlos con los apuntes. Si es que quieren, claro.— dije un poco tímida y con la respiración agitada.
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𝐒𝐓𝐄𝐍𝐃𝐇𝐀𝐋 -𝑻𝒔𝒖𝒌𝒊𝒔𝒉𝒊𝒎𝒂 𝑲𝒆𝒊-
عاطفيةεïз 𝑳𝒂 𝒗𝒊𝒅𝒂 𝒏𝒐𝒔 𝒅𝒂 𝒗𝒖𝒆𝒍𝒕𝒂𝒔 𝒊𝒏𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒅𝒂𝒔. 𝑪𝒂𝒅𝒂 𝒑𝒆𝒒𝒖𝒆ñ𝒐 𝒅𝒆𝒕𝒂𝒍𝒍𝒆, 𝒄𝒂𝒅𝒂 𝒑𝒆𝒒𝒖𝒆ñ𝒂 𝒂𝒄𝒄𝒊ó𝒏 𝒚 𝒄𝒂𝒅𝒂 𝒑𝒆𝒒𝒖𝒆ñ𝒂 𝒅𝒆𝒄𝒊𝒔𝒊ó𝒏 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒐𝒎𝒆𝒔 𝒕𝒊𝒆𝒏𝒆 𝒖𝒏 𝒑𝒓𝒐𝒑ó𝒔𝒊𝒕𝒐. εïз 𝑻𝒐�...