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Las semanas iban pasando y el equipo de Volley practicaba sin parar para el torneo de la prefectura intercolegial, que se realizaría el 2 de Junio. Tan solo quedaban 3 días para eso. Pasaba todas mis tardes en el gimnasio y gracias a eso mi relación con los chicos y con Kiyoko se fue volviendo más estrecha.
Seguía viendo a Rin, pero no tanto cómo al inicio de clases. Ella también empezó a entablar buenas amistades en su club de baloncesto. Así que empecé a socializar mucho más con todos mis compañeros del salón. Pero con los que más me juntaba era con Yamaguchi y Tsukishima. Fácil, pasamos la mayor parte del día juntos. Ya era costumbre sentarnos juntos en el receso, tal como lo hacía con Rin.
Hoy pasó todo exactamente igual. Me encontraba juntando mi mesa con la de los otros 2 para comer.
— ¿Qué es eso Shizuka? — me preguntó Yamaguchi señalando mi postre.
— Pastel de chocolate. — le dije mientras me metía un trozo a la boca. — Mi madre estudió repostería, ella misma lo hizo, ¿Quieres probar?
El pecoso asintió inmediatamente y lo dejé agarrar de mi plato.
— ¡Wow! Tu madre cocina muy bien. — dijo el peliverde sin dejar de ver el postre. — Tienes que probarlo Tsuki.
Le extendí el pastel al rubio para que se animara, pero este lo rechazó.
— Gracias pero, prefiero el pastel de fresa. — dijo para luego seguir comiendo.
Ese chico era muy raro. Se notaba que ya me tenía confianza, y yo al él. Suele molestarme todo el tiempo por mi estatura y yo siempre le sigo el juego porque me da bastante risa cuando se enoja.
Pero a veces parecía que desearía ser el único humano en el planeta.
Yamaguchi nos empezó a contar que se reunía con uno de los ex alumnos con los que jugaron la otra vez, su nombre es Shimada.Él le está enseñando a realizar los saques flotantes y poder majearlos a su manera.
Me da un poco de pena que no todos puedan estar en la cancha jugando, todos son muy buenos. Pero el entrenador solo escogerá a los mejores. Y si Yamaguchi quiere estar en esa cancha, sabía que se tendría que esforzarse el doble.
...
Ya era tarde. El estruendoso ruido de los balones dejó de escucharse cuando el entrenador Ukai dio por finalizada la práctica.
— Bien, hoy fue nuestro último día de entrenamiento antes del torneo. — dijo el entrenador mientras todos se formaban frente a él. — Recuerden descansar este fin de semana. Es importante que el lunes lleguen todos con buena energía.
