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Llegamos al segundo día del torneo. Nos tocó el turno de la tarde, por lo que se podía percibir el ambiente muy animado. Era hora de que el Karasuno se enfrente al Aoba Johsai y se sentía la tensión.
Todos se dirigían hacia la cancha en la que se jugaría y yo me estaba desviando hacia las escaleras para poder ver desde las gradas.
— Shizuka espera. — sentí una mano posada en mi hombro. — yo subiré.
Kiyoko se encontraba atrás mío mientras veía como los demás se adelantaban.
— ¿Estás segura Kiyoko? De verdad, no tengo problema en ver desde arriba. — le dije con un tono suave y una sonrisa.
La pelinegra asintió.
—Este partido será muy duro y los chicos necesitan muchos ánimos. Sé que les alegrará que los acompañes.
—Gracias. — le dije y me incliné para luego sonreírnos mutuamente.
La ojiazul se dirigió hacia el otro extremo del estadio y yo caminé un paso rápido atrás de los jugadores. Llegando a los asientos de la cancha pude ver que ya todos estaban calentando para jugar.
—¡SHIZUKA! — vi como Hinata y Yamaguchi me empezaron a llamarme al notar mi presencia.
—Hola chicos. — me acerqué hasta ellos mientras esperaban su turno para seguir con el calentamiento.
— ¿Estarás acá abajo con nosotros? — me preguntó el pelinaranja.
—Sí, Kiyoko se ofreció a observar desde las gradas. Por fin podré verlos jugar de cerca así que, esfuércense. -— Los chicos que estaban frente a mí se emocionaron y me empezaron a agradecer.
—¿Así que ahora eres nuestra porrista? — dijo una voz atrás de mí. Volteé para divisar al de lentes con una sonrisa burlona.
—No te emociones rubio. — le dije imitando su gesto a lo que él inmediatamente lo cambió a uno más serio. — Solo será por esta vez.
El silbato sonó, todos fueron a formarse para saludar y luego se posicionaron en la cancha.
...
El juego no iba nada bien. El Aoba Johsai nos llevaba varios puntos por delante gracias a los poderoso saques de su capitán. Los chicos empezaron teniendo muchos problemas a la hora de recibirlos, pero poco a poco se fueron acostumbrando, sobre todo Daichi y Nishinoya.
Me encontraba sentada al lado del entrenador Ukai espectando por primera vez y en primera fila al equipo jugar un partido oficial, al extremo de este estaba el profesor Takeda quien de vez en cuando hacía algún comentario sobre el partido.
Desde el minuto uno se pudo percibir una fuerte tención entre los colocadores de ambos equipos. Sin duda se habían cruzado antes, y ninguno estaba dispuesto a perder ante el otro.
—Ese Oikawa..... Kageyama y él ya se conocen ¿no es así? — dije en voz alta esperando que alguno responda.
—Así es, según lo que vi en los registros, fueron compañeros en la secundaria. — dijo el profesor mientras miraba fijamente al mencionado. — Aunque, no parece que se llevaran muy bien.
Poco a poco las jugadas se aceleraban, sobre todo las colocaciones de Kageyama.
— Algo no anda bien.
El entrenador cada vez que le gritaba a los chicos lo hacía más fuerte, no quería utilizar otro tiempo muerto. De la nada veo como hace contacto visual con Suga, al parece este entendió la orden y se dirigió hacia nosotros.
— Ponte a calentar Sugawara, cambiarás con Kageyama. — al decir eso la cara del peliplomo se iluminó. Se limitó a asentir y se fue alejando hacia un área muerta para estirarse.
—Kageyama está más callado de lo normal. — mencioné.
—Se ve que está abrumado, este tiempo en la banca lo calmará.... espero. — terminó de decir el entrenador para luego dirigirse a Suga. Este se sentó a mi otro extremó mientras esperaba a que lo llamen.
— ¿Estás nervioso? — le dije sin quitar mi vista del partido.
—Cómo no estarlo, aunque tengo un buen presentimiento. Es frustrante ver el partido desde afuera, pero eso me permite analizarlo con más calma.
— Eso lo que el equipo necesita ahora. Estoy segura de que te irá muy bien.
En ese instante, presenciamos la caída del balón. Tsukishima no llegó a rematar debido a que este iba demasiado rápido.
— Sé que soy inferior a Kageyama tratándose de la técnica y la habilidad física, pero pasé mucho tiempo observando al equipo. — el entrenador le indicó que se parara para el intercambio. Suga volteó a verme una última vez. — No tendría oportunidad si fuera yo solo contra el Aoba Johsai, pero mis compañeros son muy buenos.
El partido tuvo un cambio drástico con la entrada de Suga, anotaban punto tras punto. Lamentablemente el Aoba Josai puedo romper nuestra racha fácilmente ganado el primer set.
Aunque el entrenador no lo haya mencionado, Kageyama se estaba estirando para poder entrar lo antes posible a jugar el segundo set. Y así fue, Suga y el pelinegro volvieron a cambiar.
Este segundo encuentro fue mucho mejor que el anterior. Las jugadas fluían con más calma y los chicos estaban super concentrados, sobre todo Tsukishima.
Aunque al de lentes le guste ser directo con las personas, odiaba el tener que conversar tan seriamente cara a cara. Eso lo sabía. Sin embargo, ese intercambio de palabras con Kageyama hizo que estos dos se complementaran. Tsukishima cada vez remataba mejor y se le notaba en la cara que la estaba pasando bien.
Puede ser gruñón y egocéntrico la mayoría de veces pero...
Es muy talentoso.
De esta manera, el Karasuno obtuvo la victoria del segundo set.
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