𝑪𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 26

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Fue algo surreal.

Por más que lo pienso y lo pienso, no quiero darle la razón. Pero todos sabemos que todo lo que dijo Yamaguchi es verdad. Aún así, no era suficiente para mí. Me negaba a la idea de que él me sobrepasara. Que él sea capaz de ver cosas que yo no.

¿Patético?

Imposible.

Me encontraba avanzando pocos metros desde que el pecoso se fue. Exactamente no sabía qué hacer ni qué pensar. Mi mirada estaba clavada en el suelo, sin prestarle atención a lo que me rodeara. No podía dejar de repetirme una y otra vez sus palabras. Entre más eco hacen en mi cabeza, más me convenzo de que fue una pura ilusión. Mi amigo no me gritó. No me agarró del cuello de la camisa. No me insultó.

¿De verdad pasó?

Al recordarlo todo una última vez una leve sonrisa de asomaba por mis labios.

Yamaguchi, eso fue genial.





Alcé mi vista al escuchar unos pasos al frente mío. De un segundo a otro, esa cabellera castaña iluminada por el satélite natural en el cielo captó mi completa atención. Se la veía distraída, o más bien, entretenida con algo. Su paso era mucho más lento que el mío, en unos pocos segundos ya me encontraba justo atrás de ella.

Noté que lo que la tenía tan centrada era su celular. Al ser más alto que ella, no tuve problema en ver su pantalla, estaba conversando con alguien pero las letras ya eran demasiado pequeñas como para distinguir el nombre.

Nos quedamos unos minutos así, ella tecleando y yo esperando a que me notara. Pero ese no fue el caso.








— ¿Qué haces?

— ¡AHHH! IDIOTA — El susto que le di fue tal que casi se le cae el móvil de las manos. La enana se sobresaltó y giró rápidamente hacia mi lado dándome un golpe en el abdomen. — ¿Qué rayos te pasa?

— Jajajaja, de verdad que no aguantas nada. — no pude evitar soltar una leve risa ante su reacción.

— Eres insoportable. — noté su gran seño fruncido mientras guardaba su celular para seguir caminando.

— ¿Irás al gimnasio 3? — recuerdo haber escuchado como Kuroo la invitada de nuevo.

— Sí, pero es unos minutos. ¿También practicarás?

Shizuka volteó a verme buscando una respuesta rápida. La verdad es que ni yo sabía que quería hacer.

— No sé...

— ¿Es por lo de ayer? — negué con la cabeza ante su pregunta, ciertamente, se me había olvidado por completo ese asunto. Pensé unos segundos el cómo seguir con mi respuesta. No los necesitaba pero, no me gusta cuando la gente me escucha titubear.

𝐒𝐓𝐄𝐍𝐃𝐇𝐀𝐋  -𝑻𝒔𝒖𝒌𝒊𝒔𝒉𝒊𝒎𝒂 𝑲𝒆𝒊-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora