𝑪𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 16

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La motivación subió un doscientos porciento al iniciar el último set

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La motivación subió un doscientos porciento al iniciar el último set. Todo seguía su rumbo, ningún equipo era capaz de rebasar al otro por más de 2 o 3 puntos. 

Yamaguchi fue llamado para sacar, era su primera vez y se notaba ya que estaba super nervioso. No hacía mucho tiempo que empezó a practicar con Shimada, pero en este punto, era lo único que el entrenador podía hacer para probar algo de suerte.

Desgraciadamente...


Falló.


La pelota ni siquiera llegó a pasar al otro lado de la red. Fue la primera y última oportunidad de Yamaguchi en jugar en este partido. 

A partir de ahí, los intercambios empezaron a ser cada vez más largos. Ningún equipo estaba dispuesto a dejar caer el balón. Logramos obtener ventaja por cierto tiempo pero el Aoba Johsai se recuperaba automáticamente. En un intento desesperado por anotar el punto ganador, lograron bloquear la mejor arma que teníamos.


Aoba Johsai gana el último set pasando a la siguiente ronda.


...


Nadie levantaba la mirada, nadie decía nada. Todos estaban destrozados, tanto física como mentalmente. Fue un buen partido y deberían estar orgullosos, sí, pero nadie quiere escuchar esas palabras después de ser derrotados. 

— Bueno, vamos a comer. Yo invito. — todos seguíamos al entrenador a la salida hasta que mencionó eso. 

— ¿A comer? Pero... — Daichi trató de seguir hablando pero Ukai lo interrumpió.

— Cállense y coman. — fue lo último que dijo para luego subir todos al autobús.

Llegamos a un restaurante que aún no había abierto. Era bastante rústico y acogedor. Al parecer la dueña del lugar y el entrenador ya se conocían, por lo que no tuvo problema en recibirnos. Estuvimos esperando un par de minutos hasta que la comida llegó. 

— Correr, saltar y esas cosas que estresan los músculos pueden romper las fibras. — dijo el entrenador acercándose a la mesa. — Sus músculos estarán al límite tras un partido como este, así que deben repararlos comiendo. Coman como se debe y se harán más fuertes.

— Buen provecho.

Todos empezamos a comer, el sazón del lugar era delicioso, pero el ambiente no nos permitía disfrutarlo al máximo. Me encontraba sentada entre Kiyoko y Suga, así que no demoré en escuchar los pequeños sollozos que salían de los chicos. Estaban deprimidos y cansados, no pudieron evitar desahogarse y eso fue lo mejor que pudieron hacer. Por supuesto que todos...

𝐒𝐓𝐄𝐍𝐃𝐇𝐀𝐋  -𝑻𝒔𝒖𝒌𝒊𝒔𝒉𝒊𝒎𝒂 𝑲𝒆𝒊-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora