𝑪𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 10

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El mismo día que fuimos a Tokio regresamos a Miyagi

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El mismo día que fuimos a Tokio regresamos a Miyagi. Fue un viaje corto pero muy entretenido. Aunque el partido contra Nekoma estuvo reñido al principio, nos terminaron ganando al final por bastantes puntos. Debo decir que todo fue culpa de Hinata.

¿Cómo se le ocurre hacer algo q nunca había intentado en medio de un partido?

Da igual.

Ver sus caras de frustración al ver que su ataque rápido no haya funcionado fue muy satisfactorio.

Al final a quién le importa. Solo fue un juego.

Caminaba junto a Yamaguchi por los pasillos hasta llegar a nuestro salón. Entramos y lo primero que divisé fueron esos ojos verdes.

 Buenos días Shizuka. — dijo Yamaguchi acercándose a ella.

No entiendo por qué le habla. Después esa chica no para de sacar conversación y es una molestia.

 Buenos días Yamaguchi, Tsukishima dijo la castaña dejando de lado el libro que la tenía entretenida hace unos segundos.

— Buenos días fue lo único que dije para seguir de largo hacia mi asiento mientras ellos dos se quedaban conversando. Pero no tardaron mucho en acercarse.

 Y ¿Qué tal el partido de ayer? — preguntó Shizuka mientras se apoyaba en el mesa de Yamaguchi.

 Estuvo genial, aunque hayamos perdido. Los chicos de Nekoma son muy amigables, ¿verdad que sí Tsuki? — el pecoso acomodó todas sus cosas para luego sentarse.

Solo asentí .

 Me alegro que se la hayan pasado bien. ¿ Y tú Tsukishima? ¿Cuántos balones pudiste bloquear? — la castaña cambió de posición ahora colocándose al frente mío.

 No muchos en realidad. Sus rematadores era muy buenos— dije sin dejar de mirar la ventana.

Apenas terminé de responder se escuchó la voz de la maestra entrando al salón. Mi vista seguía en la ventana que estaba encima de un asiento. Por el rabillo del ojo pude ver a Shizuka despedirse con la mano. Fue directo a sentarse en ese asiento tapando mi vista del paisaje exterior. Este fue remplazado por una brillante cabellera castaña.

Mantuve mi atención ahí hasta que la maestra empezó a dictar la clase.


...


— ¡TSUKISHIMA ATENTO! — me asustó la voz proveniente de Daichi.

Estábamos practicando saques. Los míos logran pasar fácilmente la red y caer dentro del área, pero estoy seguro que no podría hacer ni un punto directo. Me conformo con no tirarlo fuera. La verdad tampoco me gusta desgastarme tanto, odio la sensación que deja el sudor en el cuerpo.

𝐒𝐓𝐄𝐍𝐃𝐇𝐀𝐋  -𝑻𝒔𝒖𝒌𝒊𝒔𝒉𝒊𝒎𝒂 𝑲𝒆𝒊-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora