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«Hijo sin herencia»
«El rey sin reino»
«Un príncipe sin corona»
Aquellos eran de los nuevos motes que el pueblo y los grandes nobles le había otorgado al antiguo príncipe de Dragonstone, Rhaegar Targaryen. Desplazado de la línea sucesoria por la princesa Viserra, una mujer. El heredero del rey, desde el momento en que nació fue instruido para suceder a su padre, su futuro era convertir en el rey Rhaegar de la Casa Targaryen, el primero de su nombre.
Rhaella pasaba las noches en vela, rezando a los Siete por el descenso de su poco amado hermano y esposo, Aerys con las cenizas de sus antepasados y el ascensor de su hijo al Trono, aún si Rhaegar era demasiado joven. La reina deseó, la muerte del rey desde que tuvo a su primer hijo varón, ansiando al menos, tocar el poder de la corona al convertirse en reina regente hasta la mayoría de edad en su hijo. Pero, Aerys era hierba mala y nunca moría, como una plagada igual que las cucarachas y se multiplicó con la llegada de Viserra y Viserys;
El hijo de la reina, creció para convertirse en un hombre sumamente inteligente y excelente en todo lo que se proponía, un músico talentoso y un gran guerrero, y parecía ser todo lo que se esperaba de un caballero, señor, o heredero. También era un hombre que podía ganarse el respeto con facilidad, y era tan generoso como lo fue Baelor el Santo. Se le consideraba el mejor caballero de su época. Fue desplazado por la hija del rey, Viserra Targaryen una princesa testaruda, con un temperamento incontrolable y una marcada veta sádica con poco sentido de lo que es correcto o incorrecto, culpando a otros de sus errores. Una muchacha desobediente, imprudente, cruel y bastante infantil. Totalmente ignorante de las sutilezas y matices de la política y al igual que su padre, propensa a los arrebatos furiosos.
Tras quedar atrás en la línea de sucesión al Trono y teniendo que cumplir sus promesas con el Norte. Rhaegar terminó casándose con Lyanna Stark, la hija de Rickard y la mujer por la cuál, se comenzo y termino una rebelión que sacudió a los Siete Reinos y la Casa Targaryen estuvo notablemente ausente en la boda. Según una carta que el maestre de la Red Keep escribió a la Ciudadela; la reina fue recluida en sus habitaciones, negándole la posibilidad de ver a su hijo contraer nupcias, el rey se nego a bendecirlos con una prospera y feliz familia, el príncipe Viserys no parecía haberse visto afectado por la boda ya que estaba más interesado en su nuevo dragón que en los problemas políticos;
