4

212 19 0
                                    

Mi estadía en Francia se redujo a un día, por lo que tomé el primer avión de regreso en cuanto pude, tenía que hablar con Tarantino. Él tenía que encontrar a Darlene, era el acuerdo. Proteger a su hijo por encontrar y resguardar a mi hija. Al aterrizar en Marbella comencé a llamarle pero no obtuve ninguna respuesta. Le envié un mensaje.

Dominique DiPierro: Darlene está en peligro, tiene que encontrarla cuanto antes y ocultarla.

________•°•________

-¿Cómo se encuentra, Márquez?- cuestioné a la rubia que se encontraba en la sala de registro de evidencia.

-Buen día jefa, yo estoy bien- saludó levantando una mano ya que estaba analizando las huellas de los casquillos encontrados en una joyería ayer -quería preguntarle si me podía ausentar al patrullaje- añadió con rapidez girando en la silla para mirarme.

-¿Algo que deba saber?- ella negó a mi pregunta. -Entonces terminé allí y tomé el tiempo que necesite.

Asintió levemente y pasé a su lado para cambiarme en el vestidor. Me coloqué el uniforme más cómodo que tenía, pantalones militares marrón, botas y la camiseta negra del SNI. Colgué mi escopeta en la espalda y la pistola en su lugar. Abrí la puerta para salir y golpeé un cuerpo sólido al intentarlo. Me tambalee hacia atrás, pero algo evitó que cayera. Levanté la vista y me encontré con los ojos claros de Wesker.

-Perdone, jefa- dijo ayudándome y soltando su agarre de mi cintura.

-No pasa nada Wesker, ando distraída- él asintió levemente.

-Me doy cuenta de ello, ¿Algo en lo que pueda ayudarla?- cuestionó dándome el espacio para pasar.

-Cosas personales, Wesker- respondí -pero venga, vamos a patrullar.

-Muy bien, iré a cambiarme- dijo antes de atravesar la puerta.

Cinco minutos después estaba subiendo al patrulla mirando los avisos que salían en la tableta. Localizamos un robo, detuvimos una venta de droga y ahora estábamos en persecución de uno de los integrantes de la banda de los enanos. El hombrecillo iba en un kart del que teníamos un aviso por estar involucrado en una venta de drogas. La discusión fue larga, el hombre no dejaba de hablar y meterse más en líos. Entonces mi punto de paciencia llegó a su limite, incauté el kart y estaba por llevarme al hombre a comisaría cuando llegaron los refuerzos del enano. Un enano sin camiseta y una chica vestida de Blancanieves comenzaron a disparar, los impactos dieron en mi chaleco haciéndome retroceder y tropezar. El dolor comenzó de inmedito. No podía levantarme. Entonces recordé que Wesker estaba allí conmigo.

-¡Wesker!- él gruñó detrás de mi -¿Se encuentra bien?- pregunté arrastrándome por el suelo.

-Estoy herido, jefa- dijo con voz ronca -necesitamos ir al hospital.

No terminó de decir eso cuando me han levantado del suelo y me han llevado a un coche.

-¡Dominique!- gritó Wesker.

Me estaban secuestrando los hijo putas. Wesker comenzó a gritar y pedir ayuda por radio. Nadie llegó. Estos imbéciles pagarían feo. Ellos no saben que les espera la federal. Luego de un rato amenazándole, me noquearon y todo se volvió negro.

Desperté en el hospital, no entiendo cómo llegué aquí ni cuanto tiempo ha pasado. Me levanté y noté una pequeña venda en el brazo. Fruncí el ceño confundida. Miré alrededor y me fijé en la tablilla de notas en el pie de la cama. Lo cogí y comencé a leer el informe. Decía que tenía moretones por los impactos en el chaleco y que una bala había rozado ligeramente mi brazo, causando una quemadura. Busqué mis cosas y después de vestirme salí de la habitación. Wesker estaba esperando en la salida.

-¿Cómo está Wesker?- le pregunté subiendo al coche.

-Hasta los cojones, jefa, gracias- dijo en respuesta -¿Y usted?

-Bien, después de que me han pegado un tiro...- él me interrumpió.

-¿Me puede explicar que coño ha pasado?- preguntó sin apartar la vista de la calle.

-Yo... Yo no lo sé- respondí con sinceridad.

-Le voy a explicar que ha pasado- aseguró girando a la derecha -me ha traído uno de los enanos al hospital y resulta que se ha encontrado con Gordon en la entrada- Wesker comenzó a reir. ¿Realmente era su risa o estaba delirando? -Gordon les ha comenzado a disparar y el enano me tiró en la entrada y huyó- continúo mientras llegábamos a comisaría. Donde un coche estaba atravesado en la entrada al estacionamiento principal.

-Hola muy buenas- saludó uno de los oficiales vestido muy raramente.

-¿Y está gente quien es?- preguntó Wesker en voz baja -cada día meten gente más rara a comisaría.

-Yo no quiero saber nada de nadie- respondí con sufrimiento.

Marbella me a traído más dolores de cabeza de los que podía soportar. La gente está loca en esta ciudad.

-¡Ah! Ahora no quiere saber después de todo lo que pasó con el enano- comencé a negar y a reir -De lo que me dijo, que me dejó abandonado.

-A ver, es verdad que lo dejé abandonado para pillarle y lo pillé- aseguré bajando del coche y caminando tras él.

-Yo creo que la pillaron a usted, jefa- respondió con diversión -también dijo que estaba hasta los cojones de mi y...

-¡¿Pero como voy a estar hasta los cojones de usted?!- le interrumpí -si es usted...- él no paraba de hablar -si es usted... Wesker... Si es usted mi compañero favorito- el hombre se detuvo y se giró a mirarme, sus ojos grises causaron una reacción que hacía años no sentía -¿Cómo voy a estar hasta los cojones de usted?

-Me han atropellado dos veces y me han metido un tiro- respondió volviendo a andar -¿Qué más puedo pedir?- agregó entrando a por otro coche en el garage.

-Un descanso- admití sintiéndome mal por todo lo que le ha pasado en cuestión de minutos. Wesker no respondió -yo voy a preparar los informes, estos van a comer federal por como me llamo Dominique DiPierro- él asintió de acuerdo.

El móvil en mi bolsillo vibró, lo saqué y vi una notificación del Dark Chat aparecer en la pantalla.

#SwanLake: me entregas a mis hijas y no haré nada en contra de la tuya. Choisessez bien vos combats, Dominique.
(Elige tus batallas sabiamente, Dominique).

________•°Wesker°•________

Sus palabras seguían dando vueltas en mi cabeza. La sinceridad en sus ojos del color del sol me perseguía. Una rara conección se sentía entre nosotros y me hacía sentir extraño. Solo con mi difunta esposa me sentía de esa forma.

El comportamiento de la jefa cambió luego de revisar el móvil de camino aquí. Detuve el coche en la sede y me bajé, ella lo hizo también. Siempre que le sugería llevarla a algún lugar, termino en las oficinas. Tenía la curiosidad de saber dónde estaba viviendo. Tenía que tener una casa, fue una de las cosas que me dieron al aceptar el trabajo. Pero ella siempre estaba aquí.

-Descanse, Wesker- se despidió caminando a la sede.

-Descanse, jefa- respondí.

No me moví hasta que la vi ingresar al edificio. Mi sensatez me obligaba a quedarme en mi lugar, mientras que algo superior a eso, el deseo, intentaba hacerme seguirla. Sacudí la cabeza despejando mi mente. Tenía que enfocarme y buscar a Mei, ella estaba en algún lugar metiéndose en problemas y Vera no paraba de hacérmelo saber a través de textos.

Pero me era imposible pensar en otra persona que no fuese la jefa. Algo ocultaba. Quería que fuese ella quien confiara en mi y me lo dijera. Aunque por como actúa, tendría que investigarlo por mi cuenta. Solo espero que no sean malas noticias.

DiPierro (Domisker) Final AlternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora