Michelle

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#SwanLake: El tiempo corre, DiPierro.

Freskibiris: Tengo alguien de mi plena confianza trabajando en ello.

SwanLake: Tic tac...

________•°Wesker°•________

Michelle estaba como una cuba cuando la saqué del Bahama Mamas. Intenté hablar con ella pero todo llevaba a una burla por una relación que no tenía. La ayudé a salir del coche cuando llegamos a la sede.

-¡Sé algo que tú no!- dijo alegremente arrastrando las palabras.

-¿Y porqué no me lo dices?- cuestioné con curiosidad.

-Dominique nos mataría a los dos- fruncí el ceño. Otro secreto que oculta Dominique de mi.

-No lo hará, voy a protegerte de todo, ¿Recuerdas?- insistí ayudándole a subir las escaleras.

-Lo recuerdo- dijo tras un bostezo -aunque prefiero no decírtelo y así poder verlos juntos- sonrió levemente, negué ligeramente.

-No creo ser su tipo- dije en un balbuceo.

-Deberías hacer tu trabajo e investigar un poco, Wesker- sugirió antes de recostarse en el sofa de mi oficina.

________•°Dominique°•________

El norte.

El lugar donde Sara Miranda ha estado usando como escondite por los últimos tres años. ¿Cómo es que nadie la había visto durante este tiempo? El tiempo que estuvo en servicio le había funcionado lo suficiente para aprender a esconderse. La grava traqueaba bajo los neumáticos de la motocicleta roja. Llevaba horas dando vueltas por las calles buscando las pistas indicadas que me llevaran hasta la pelirroja. Aunque mentiría si no supiera que en el fondo también buscaba rastros de Darlene. Tarantino la había protegido y se había asegurado de que ella supiese defenderse. Pero con Toni Miranda acechando cerca, mi peor temor se arremolinaba en mi interior.

Todo se me estaba saliendo de las manos. ¿Cómo podía ser una buena madre si había permitido que alguien más le diera una lección a mi hija? ¿Cómo podía ser buena madre si mi propia hija no me quería cerca, cuando ni siquiera teníamos una relación? Mon petit rayon de soleil. (Mi rayito de sol).

Aceleré a fondo y di una última vuelta antes de regresar a la sede. El camino era largo, así que encendí la radio policial para escuchar un poco que ocurría. Y también para saber dónde se encontraban mis agentes. Fue en un semáforo en rojo que escuché que habían secuestrado al comisario Gordon y se encontraban en plena persecución. Las mafias estaban fuera de control, necesitaba reunirme con los demás y buscar los momentos indicados para hacer redadas y acabar con todas si era posible. Ya estaba cerca de la sede cuando las palabras resonaron en mi cabeza.

"Lo tienen en la sede del SNI, hay un tiroteo activo, son más de treinta tiradores".

Comencé a saltarme los semáforos y a esquivar coches. Si la sede estaba bajo ataque eso significaba una cosa. La señorita McReary se encontraba en peligro. Aceleré aún más y solo me detuve en las puertas del atajo al garage. Dejé la motocicleta en una esquina y me bajé. Desenfundé el arma y maldije por no haber traído conmigo la escopeta. Realicé la búsqueda desde cada habitación a la que Michelle tenía acceso y después comencé a subirlas escaleras.

A este punto los disparos eran más que audibles. No sé a quien le rezaba en este momento, solo quería encontrarla y si no era mucho pedir, en mi habitación, donde estaría a salvo de todo. Revisé el despacho y los atajos que llevaban a él, no habían entrado aún. Y tampoco había rastro de Michelle. Maldije por lo bajo y me apresuré a insertar el código de la puerta secreta, miré dentro y volví a maldecir. ¿Dónde coño se había metido? Cerré la puerta y seguí buscando, hasta que por fin la encontré acurrucada como un bebé en una esquina del despacho de Wesker mientras sostenía un arma en sus manos.

DiPierro (Domisker) Final AlternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora