Danza Macabra

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________•°Adelyn°•________

He encontrado un aliado, alguien dispuesto a ayudarlas a escapar de esta pesadilla. Pronto nos reuniremos de nuevo. Por favor, no la pierdas de vista. No sé en qué parte de Granada están, pero iré por ustedes. 12.0071928, -61.7859191.

Busqué a Darlene con la mirada mientras descifraba el código Morse que Dominique nos había enviado. Las sombras danzaban en las paredes de la habitación. Infernus, acechaba el pasillo con regularidad. Debíamos ser sigilosas; cualquier palabra imprudente podría sellar nuestro destino.

Darlene, se apoyó contra la pared. Sus manos, antes heridas y vendadas, ahora estaban libres. El doctor que la revisó más temprano sugirió comenzar con la rehabilitacion de movimiento. Las cicatrices marcaban su piel como recordatorios de la tortura por parte de Toni y ella no dejaba de mirarlas. De vez en cuando su vista se perdía en el orizonte y algunas lagrimas brotaban de sus ojos. Había jurado protegerla, y estaba decidida a cumplir esa promesa.

Las coordenadas que Dominique nos había proporcionado indicaban que no estábamos lejos del punto de encuentro. Si lograba llevar a Darlene al piso inferior de la casa, podríamos escapar. El tiempo corría en nuestra contra; nuestro aliado llegaría pronto para ayudarnos.

-¿Qué haremos para burlar a Infernus?- preguntó Darlene e un susurro, su voz apenas audible.

Apreté los puños, necesitaba idear un plan. Dominique confiaba en ella, y no podía fallarle. No otra vez.

-Debemos llegar al punto de encuentro- respondí - nuestro aliado llegara en unas horas, el sabrá lo que tú madre ha planeado para nosotras.

________•°Wesker°•________

Con los puños apretados y la mirada fija en el horizonte, avanzo por el pasillo de mi casa. Los muebles, antes testigos de risas y abrazos, ahora parecían susurrar palabras de aliento. La fotografía de mi esposa en la mesita de noche me recuerda su sonrisa, la forma en que solía acariciar su cabello.

La habitación está sumida en penumbra. La luz del sol se filtra por las cortinas, pintando rayas doradas en el suelo de madera recordándome unos ojos del mismo color. Me detuve junto a la ventana, observando la ciudad que se extendía más allá. Londres, con sus secretos y sus callejones oscuros,. Cada calle, cada rincón, no importa dónde, encontraría a Jax.

El recuerdo de la última vez que vi a mi esposa con vida invadió mi mente.

Fue en esta misma habitación, al amanecer. Ella me besó en la frente y me dijo que volvería pronto. Pero nunca regresó. En su lugar, la noticia de su muerte fue lo que llegó acompañado de varios oficiales.

No había llorado. No entonces. Ahora, su corazón era un pozo de dolor y rabia, lleno de una sed insaciable de venganza y rencor.

Salí al jardín trasero. Las flores, marchitas por la falta de cuidado, parecían compartir mi tristeza.

Otro recuerdo llegó a su cabeza. El día del entierro, recordé mi promesa hecha arrodillado junto a la tierra que la cubría.

"No descansaré hasta encontrar a Jax. No importa cuánto tiempo me lleve o cuántos obstáculos encuentre en el camino. Él pagará por lo que hizo".

La noche comenzaba a caer sobre la ciudad, así que me levanté, y con determinación entré de nuevo a la casa para tomar mi arma.

La caza ha comenzado.

Y cuando finalmente me encuentre cara a cara con Jax, no habrá palabras de por medio. Solo el final de uno de nosotros.

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DiPierro (Domisker) Final AlternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora