Sombras sobre París

XVI

Pensaba que al día siguiente la fiebre por Lionel ya se habría disipado.

De que manera se había equivocado...

—Déjame ayudarte con eso —Habló Rosel, cargando los libros de Lionel que casualmente tenía su muñeca izquierda recuperándose de una fisura que se había hecho ayudando a Lordbug en una misión "secreta".

—Oh, no quiero ser una molestia —Dijo Lionel pero de igual manera le entregó los libros al rubio.

—No lo eres —Le aseguró con una sonrisa inocente el amable rubio.

Lionel le devolvió el gesto, pero al parecer, solo el azabache notó que sonreía con malicia.

Llegó a su salón y se sentó en el fondo de nuevo.

—Buen día —Saludó a la chica que se encontraba en la banca del lado izquierdo, con la cabeza metida en su libreta de dibujo.

—Buenos... —Respondió tímidamente la pelirroja.

Suspiró y sacó su teléfono para matar tiempo mientras llegaba el señor Bustier, quien se había tomado un pequeño reposo luego de su akumización en Kizz.

Sintió sus mejillas arder al recordar como lo habían vencido.

La imagen de KittyNoir mirándolo con sus ojos verdes de manera tan intensa lo distrajo de la realidad.

—¿Marcel? —Se giró, asustado al oír la voz de la heroína, pero sólo era Adrianne.

Espera, ¿Adrienne?

—¿Estás bien? —Acercó su rostro al de él, preocupada —Tienes la cara roja.

Marcel se sintió una bola de nervios al tener esos ojos verdes tan cerca, tan... familiares.

—No bien estoy, preocupes te.

La rubia ladeo su rostro sin comprender una sola palabra.

El azabache respiró hondo y luego volvió a hablar.

—Estoy bien, no preocupes —Sonrió nervioso, aún si poder pronunciar bien.

—¿Seguro? Tienes la cara aún más roja que antes —Se sentó a su lado.

—Sí, sí. Debe ser el calor.

—Estamos a 10 grados —Habló Nathalie, aún metida en su cuaderno de dibujo.

—Bueno, a mí el frío me da calor —Respondió pero al segundo se dió cuenta de la estupidez que había soltado—, es decir que uhm... ya saben...

Una risa suave salió de los labios de la Agreste y Marcel también se echó a reír.

La pelirroja rodó los ojos y salió del salón, claramente molesta.

—Gracias por ayudarme ayer con... con Lionel —Adrienne parecía cansada.

—No hay de qué —Le sonrió con amabilidad.

El timbre sonó y los estudiantes empezaron a entrar al salón.

—¿No vas con Lionel? —Le preguntó al verla acomodando sus cosas a su lado.

—Soy su tutora para química y cálculo —Ella habló—. Creo que puede arreglarselas con Literatura... después de todo 'se fisuró la muñeca escapando luego de ayudar a Lordbug a traducir de Italiano a Francés'.

Marcel se sorprendió al ver que Adrianne hacer comillas con su dedos al hablar de Lionel.

Al parecer a ella no le habían lavado el cerebro.

La clase dió incio con las disculpas del Señor Bustier a sus estudiantes por su comportamiento.

Marcel y Colín pasaron al frente de la clase, disculpándose formalmente con el profesor quién también se encargó de darle la bienvenida al nuevo estudiante.

Volvieron a sus asientos y entraron en materia. Lionel no dejaba de echar miradas furtivas hacia atrás, no parecía muy contento que la rubia se hubiera sentado con el panadero.

En cambio, Marcel estaba en las nubes, su crush se había sentado a su lado.

Si no lo arruinaba podría seguir sentándose con ella, se volverían amigos más cercanos, pasarían más tiempo juntos, se le declararía en una fuente mientras comían helado, ella aceptaría emocionada, se casarian, comprarían una gran casa con una cerca blanca, tendrían tres hermosos hijos y adoptarían un hamster llamado...

—Marcel.

—¿Marcel? —Frunció el ceño—, que nombre más raro para un hams... ahhh —Detuvo su oración al ver a Adrianne.

—¿Tienes una pluma? —Preguntó ella en un susurro para evitar interrumpir la clase.

El azabache asintió más veces de las necesarias, hurgó entre su cosas y le entregó la pluma con las manos temblorosas.

Al menos no la había tirado al suelo y había hecho un desastre, era un comienzo, ¿no?

Ella se lo devolvió con una sonrisa y susurró un leve "gracias".

(...)

Para cuando sonó el timbre todos salieron.

Marcel, que había estado, soñando con el hamster y la casa no se dió cuenta de que estaba solo hasta después de un rato, ya era la hora del almuerzo y su estómago rugía.

Salía del salón con dirección al comedor o ese era el plan hasta que chocó contra su dolor de cabeza hecho persona.

—Lionel —Trató de sonar amable pero lo logró mucho—, ¿Necesitas algo?

El trigueño sonrió, una sonrisa que no llegó a sus ojos.

—No he tenido la oportunidad de conocerte bien, Marcel —Comenzó a hablar—, y me gustaría que fuéramos amigos, ¿te parece si quedamos hoy en el parque?

Él azabache lo miró de arriba abajo. Era broma ¿Verdad?.

—¿Disculpa? —Preguntó sin entender bien.

—Ya sabes, un helado, podemos ir a unos árcades y jugar, escuché que eres bueno en los vídeojuegos.

—Yo, umh... —Hizo una mueca de dolor al sentir un pellizco por parte de Tikki—, de acuerdo...

Lionel amplió mucho más su sonrisa y se retiró.

—¿Qué fue eso?

—Tal vez sólo quieres ser tu amigo —Dijo Tikki sonriendo—, ¿le darás una oportunidad?

Marcel se encogió de hombros.

—Supongo que ya acepté.

-_-_-_-_-_-_-_-

No creo que Lionel quiera ser amigo de Marcel ¿Ustedes que opinan?

En otras noticias decidí darle un pequeño trasfondo a Jean y su enamoramiento con Kitty.

Si están interesados estaré informando su estreno por aquí.

¡Los leo!

~Gomibesos.