Amor a prueba de balas

Capítulo 7: Mateo

-¿Oye y tienes capital suficiente para decorar tu oficina?-Lucía que estaba sentada en el suelo viendo un catálago de pintura, sabía a donde se dirigía Danna-Sabes es la más bonita y tu me entiendes.

-Sé a donde te diriges Danna Valentina.

-Lucía Catalina, no me vas a asustar.- Danna veía los tonos de pintura para decorar su oficina, mientras los demás abogados trabajaban de forma individual ellas trabajaban juntas.- ¿ya te decidiste por un color?

Lucía la miró e intento descifrar su plan oculto pero como no lo tenía habló- Estoy entre el color terracota o pintar la pared detrás de mi escritorio de color Naranja no tan oscuro y el resto de las paredes de color marfil.

-Uy- dijo Danna en tono de burla- lo tienes todo friamente calculado.

-En realidad no, pero me gustaron los colores. -observó de nuevo el catálago- me gusta el terracota, el problema que más me incomoda, son los muebles, creo que deberían ser oscuros.

-Yo también lo creo-dijo Danna de acuerdo que no levantaba la vista del catálago- pero yo me voy por un color mas claro.

-¿Cómo cual?-preguntó Lucía curiosa.

-Color...Mateo- Lucía la miró achicando los ojos, se levantó del piso- oye no te molestes solo quería saber si Mateo te removió algo, sabes que cuando el amor es fuerte sobrevive años y años.

-No estoy enamorada de Mateo, entiéndelo de una buena vez, además no puedo dar el lujo de confiarme mucho de la gente.

-Confías en mí.

-Pero te conzco desde hace años.

-A Mateo lo conociste hace años.

-¿Y?-rebatió Lucía.

-Bueno que cuando hubo fuego cenizas quedan-Lucía la miró con cara de rabia- Ay no me mires así, piensa que a lo mejor ese retorno a tu vida es por algo.

-No, ademá tiene una hija.

-¿Y?

-Bueno que a lo mejor debe tener pareja, o debe estar casado.

-Lo estás reconsiderando, porque si es así, puede ocurrir que se divorcie.

-¿En serio pretendes que me meta en la vida de un hombre que puede estar comprometido, o quien sabe cuantos años debe tener de casado, por un capricho de adolescente?

-¡Ajá! admites que sentías algo por él.

-Lo niego rotundamente.

-Está bien, pero piensa que si regresó a tu vida fué por algo.

-Ajá.

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Dos semanas depués

-Vine a ver a Alina- Mateo aspiraba no tener una discusión y menos con el novio de Jéssica, el mismo con el que la encontró en la cama después de llegar de trabajar.

2 años antes...

Mateo había tenido un arduo día de trabajo, era fisiatra, y había tenido más pacientes que de costumbre, estaba cerrando su bolso cuando su teléfono sonó.

-¿Oye amor, piensas venir ahorita?- Le preguntó Jéssica.

-No lo sé,creo que si- escuchó como se movía , se imaginaba que era de la cama.

-A okey.- habló intentando sonar despreocupada.

-¿Alina está dormida ahora?

-Acuérdate de que tu mamá se la llevaba hoy.