Capítulo 18: Celos

146 4 0
                                    

-Si quieren se pueden quedar aquí- le ofreció Mateo a Mercedes y Miguel.

-No queremos molestar- Mercedes se excusó.

-Está bien- Mateo aceptó- pero pueden venir mañana si quieren, y quedarse con ella todo el tiempo que necesiten- le mostró una sonrisa sincera- yo regreso a las cinco y me gustaría que no se quedara sola.

-¿Te estás intentando deshacer de mi hija?-Te estás intentando deshacer de mi hermana?- preguntaron Miguel y Alejandro de forma simultánea.

-No, mi trabajo es de ocho a cinco y mientras Lucía estuvo en el hospital iba de doce a cinco y tengo una lista de pacientes pendientes, pero si no pueden no hay ningun problema, tampoco quiero dejar a ...

-No te preocupes- dijo Mercedes- yo misma vendré, y la cuidaré, además- agregó- se como es, y es capaz de salir a trotar con el hombro como lo tiene.

Miguel le dió un apretón de manos muy fuerte- Cuídala, porque aunque ella fuera culpable de la destrucción de la capa de ozono, si le haces daño no te la vas a acabar.

Mateo asintió y los guió hasta la puerta. Luego de cerrarla se dirigió al cuarto de Daniel, su hermano pasaría la noche con Danna, se acostó en su cama y se quedó dormido.

-------------

Mateo se levantó a eso de las diez y media de la noche, se giraba una  y otra vez en la cama, se había acostumbrado a dormir con Lucía, y ahora le hacía falta, se levantó y se fue al otro cuarto.

Lucía estaba recogiendo sus cosas  con el brazo que tenia disponible, Mateo se había preocupado por ella, pero no se había dignado en darle el beneficio de la duda, y no se quedaría para discutir con él de nuevo.

-¿Qué haces?-Lucía se sobresaltó al escuchar a Mateo.

-Creo que es obvio- respondió metiendo la última prenda de ropa, ahora faltaban los zapatos.

-Haber no estoy entendiendo...

-¿No estás entendiendo?- lo interrumpió- ¿Pretendes que me quede para que luego vuelques tus celos en mi? Lo siento, no soy tan masoquista.

-¿Crees que te voy a echar?- Mateo se acercó pero ella instintivamente caminó hacia atrás.

-No te acerques- buscó sus zapatos y los metió en la maleta.

Mateo le quitó la maleta aún abierta y la dejó en el piso.

Lucía intentó acercarse a la maleta pero él no la dejó, la tomó por la cintura y la empujó hasta la cama.

-No te vas a ir sin que hablemos- Mateo la metió en la cama.

-¿Ah si?, y tu si puedes irte si hablar cada vez que te place ¿no?- Mateo le dió la vuelta a la cama  y se acostó a un lado de Lucía, la abrazó y esperó a que ella se durmiera, una vez que se relajó, se dejó llevar por el sueño con una mano en el estómago de ella.

------------

-Papi, papi, dame la pelota- la niña perseguía a Mateo por toda la grama.

Una vez que Mateo paró, le entregó la pelota a la niña y Lucía lo abrazó por su cintura.

- ¿Ya me vas a dar un poquito de tiempo? -Mateo se giró y le dió un beso en la frente.

-Sabes que más tarde te daré todo el tiempo  que quieras- Mateo besó su nariz y luego bajó a su boca.

-No tienes idea de lo que me hizo eso- susurró ella contra sus labios.

-Ya me lo imagino- dijo él besándola una vez más.

Amor a prueba de balasWhere stories live. Discover now