Amor a prueba de balas

Capítulo 13: Malos entendidos

-Perdón, perdón- se disculpó Danna cerrando la puerta.

-Creo que somos muy suertudos -susurró Mateo con su cabeza enterrada en el hombro de Lucía- o es que estamos destinados a ser descubiertos en los momentos menos oportunos.

Lucía no pudo contener su risa- Dile que se espere, que necesito hablar con ella, y tú- lo señaló con la barbilla- no te vayas.

-El asintió.

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-NO ESTOY DE ACUERDO- Santiago golpeó el escritorio de Velásquez- ¿esa mujer sufrió infinidades de violaciones por ese desalmado y usted lo va a dejar en libertad?.

A Velásquez no le gustaba que se le enfrentaran, el que lo hacía tenía todas las de preder.

Se levantó de su puesto y habló de una forma siniestra- No me desafíes Carvajal, no sabes lo que puedo hacer para destruirte.

Santiago no se iba a dejar, ahora sí había conocido la cara del demonio, sabía perfectamente por qué Lucía había dejado la policía después de ser acusada y eso mismo iba a hacer él, prefería irse con la cabeza gacha, con "cobardía" y por las buenas que arriesgarse a combatir sin armamento alguno contra un enemigo muy fuerte, además podría juntar fuerzas con Lucía, estaba seguro que ella estaba dispuesta a vengarse de Velásquez metiéndolo preso. Ahora entendía que ella solo estaba huyendo porque estaba sola.

Sacó su arma y su placa y se la entregó a Velásquez- Renuncio, no estoy dispuesto a ser policía para hacerme la vista gorda de los casos que a usted le convenga.

-Aquí se hace lo que yo diga, y tu no te vas- habló Velásquez en tono amenzante.

-Prefiero irme por las buenas a tener que parar en la cárcel- de inmediato se arrepintió de haber dicho eso y trató de mover las cosas- por... ser su cómplice en este tipo de corrupción, juré salvar vidas, proteger, y hacer justicia en nombre de la ley, y usted es igual o peor que cualquier criminal que pudiéramos haber capturado.

-Te vas a arrepentir.

Santiago se hizo el desentendido ante esa amenaza- se que probablemente me arrepentiré de haber dejado la policía en algún momento, pero me voy a sentir libre de culpa.

Salió y dió un portazo detrás de sí.

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Lucía abrazó a Danna que acababa de entrar a la oficina- Me abandonaste con dos hombres en un apartamento y uno de ellos es un nudista-Lucía miró a Mateo que tenía los ojos muy abiertos sorprendido.

-Daniel- susurraron bajito al mismo tiempo.

- Me mandaste ropa, y me hiciste dormir con dos hombres, sola, en un apartamento al que no estaba acostumbrada- decía Danna en tono lastimoso y fingía algunos sollozos.

-Sabes que si no lo hubiera hecho propablemente hoy sería tu entierro- dijo Lucía muy normal.

-No sabes eso, lo que hiciste fue deliberado basándote en una hipótesis- rebatió Danna.

Mateo se sentía como un florero en proceso de mudanza, desubicado.

-¿Será que ambos se pueden sentar?- Lucía apartó delicadamente a Danna de su cuerpo- Necesito mantenerlos al tanto de algo.

-Primero que todo..., Mateo revisa este expediente- le tendió una carpeta.

-Cuando hablamos de una oportunidad, era como relación, al menos eso creo- ella asintió- de verdad quiero mantenerme al límite de tus actividades extra laboral, eso es algo en lo que me mantengo muy lejos.