Capítulo 4: Enfrentamientos y amenazas

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-¿Crees que entre ese policía y Lucía haya pasado algo más que una simple amistad?- Le preguntó Miguel a su hijo.

-En realidad no lo creo- La defendió Alejandro.

-Puede ser que haya ocurrido algo entre ellos...-

-Papá ya párale, vistes como se puso Lucía cuando se dió cuenta de que la única preocupación que tu tenías era que volviera a ir a la cárcel por un supuesto crimen que ella cometió-Su hermano ya estaba harto, aparentemente era el único que creía que su hermana era inocente, a pesar de no llevarse bien desde niños por ella ser la mayor.

Lucía entró en el auto cansada de todo lo ocurrido y tan solo eran las 11 de la mañana que quedaría para el resto del día.

-¿Por fin decidistes darle una oportunidad al policía?- Dijo su hermano en broma. El sabía lo mucho que ella lo extrañaba.

-Cállate, no estoy para tus malos chistes, en serio, lo que quiero es llegar a descansar.

-No, primero vamos al médico a que te curen esa herida.-intervino su padre.

-Como si te preocupara tanto-dijo no muy segura de que era para si sola.

-Claro que me preocupa- se defendió Miguel

-Ajá si como digas.

-Hermanita ¿no crees que es mejor ir al hospital, que te curen esa herida, y puedes dormir todo lo que tu quieras?

Lucía lo pensó, su padre podría ser así a veces pero se preocupaba por ella, al menos sus padres y su hermano no le dieron la espalda cuando más los necesitó.

-Está bien-accedió ella-Pero con una condición

-¿Cuál?- Preguntaron Miguel y Alejandro al unísono.

-Que me dejen dormir todo lo que quiera, cuando llegue.

-Está bien- Respondió Miguel esta niña le iba a sacar más canas de las que ya tenía.

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-Jéssica, lo único que te estoy pidiendo es que me dejes hablar con mi hija unos minutos-le rogó Mateo, ya se estaba cansando de eso y ella disfrutaba causándole ese daño.

-¿Mami es mi papi?-Escuchó a su hija en el fondo.

-No- asghh que mujer tan obstinada eso era lo que ganaba por engendrar a un ser después de una fiesta.

-Jéssica-pensó mejor que decir- Si no me dejas hablar con la niña el único que le va a pasar dinero va a ser Raúl.

-No me ame...

-No escúchame bien si no quieres que te deje de dar dinero para la niña pásamela porque quiero hablar con ella- Esa mujer lo sacaba de sus cavales.

-Dos minutos. -ganó

-Papi-esa voz nunca se cansaría de escucharla.

-Princesa, ¿cómo estás?

-Bien papi ¿y tú?

-Yo estoy bien también.

-¿Qué me tajiste de tu viaje?-preguntó Alina entusiasmada.

-Enmh, ya sabía yo que tenías un plan oculto

-Lo siento papi.-dijo en tono zalamero

-No princesa no lo sientas, pero si, si te traje algo.

-¿qué es?

-Una sorpresa.

-¿Es un perrito?-el se rió por lo bajo

-No pero casi llegas-eso no la desanimó- ¿qué te parece si te la llevo mañana al colegio?

Amor a prueba de balasWhere stories live. Discover now