Capítulo 34: Lo bueno comienza

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-Necesito ir a la policía- le comunicó Mateo a su hermano a penas salían del hospital.

-¿No crees que es mejor que esperes unos días antes de que comiences a hacer tus actividades normales?- le preguntó la voz de la razón. Daniel- Acabas de terminar tus terapias, si acaso puedes moverte una cuarta parte de como te movias antes.

-No, quiero ir a ver a Lucía.

-A ver hermano, si es por esa absurda idea que tienes de que deje de trabajar en la policía entonces es mejor que la dejes tranquila, no está para trotes.

-¿Qué quieres decir con eso?- le preguntó Mateo confundido.

-Que no deberías poner a tu mujer a elegir cuando sabes perfectamente que a lo mejor no tarda en dejar la policía a penas de a luz.

-¿Crees que dejándola embarazada ella dejará la policía?- preguntó Mateo burlón-se nota que no la conoces ni un poco.

-Hermano tu no la viste como estaba cuando se enteró de que estaba embarazada, saber que tendría a otra vida además de Abril y de ti dependiendo de ella,no tienes idea....Era como verla decaída pero con la mirada alegre, y en agunos casos al reves, déjala que sea feliz, por un momento no pienses en que les pasará algo malo, piensa en que por fin la vida les está dando un momento de felicidad a ambos, a los tres contando a Abril, ese bebé fue lo único que permitió que no matara a Velásquez.

-Espera- Mateo agitó sus manos- repite lo que acabas de decir.

-Que ese bebé...

-¿Lucía está embarazada?-preguntó Mateo.

-Si, creí...-Daniel comprendió que su cuñada no le había dicho nada y que lo matará si se enteraba de que le había contado a Mateo- olvida lo que te dije.

-No, no, no , no, dede hace rato me estás diciendo algo de un bebé, creí que estabas hablando de futuros bebés no de un bebé actual.

-Y yo creí que tu lo sabías, pensé que por eso decidiste poner entre la espada y la pared a tu esposa.

-No, ni siquiera sabía que estaba embarazada, no me lo dijo.

-Ya me imagino como actuaste tu para que ella no te dijera nada- Daniel se cruzó de brazos y miró firmemente a su hermano- ¿es que eres imbécil o qué? tu mujer a penas ha tenido un momento de paz desde que estás en coma y cuando despiertas decides arruinar todo, ¿es que no has aprendido la lección?, Lucía adora su trabajo, y si las cosas se ponen feas ahí deberías estar tu para apoyarla, eso es lo que siempre me dice mi prometida y lo que hace Lucía desde que reencontraron, y tu en vez de hacer lo mismo, te equivocas y sigues metiendo la pata.

-Entonces...-Mateo no se lo podía creer. Paró el primer taxi que vió y se fué dejando a su hermano parado en la acera.

-Necesito hablar con la oficial Lucía Castillo- le dijo Mateo a uno de los oficiales.

-Ella está hablando ahorita con el jefe- contestó muy tranquilo- dígame quién es y yo le aviso.

-Soy su marido- contestó del mismo modo.

El oficial asintió y se fué.

Al poco tiempo volvió y Lucía venía detrás de él.

-¿Qué haces aquí?-preguntó ella al verlo.

-Venía a discutir contigo lo de tu trabajo...

-Si vienes a hacer una escenita aquí es mejor que te lo ahorres, podemos hablar en tu apartamento más tarde, ahí te daré mi respuesta si tan apresurado estás. No tengo tiempo para tus arranques de histeria.

Amor a prueba de balasWhere stories live. Discover now