Amor a prueba de balas

Capítulo 10: Golpes

El camino hasta la casa de Jéssica se estaba volviendo un poco lento, y daba gracias a que era así porque podía disfrutar de la vista, Mateo se encontraba en el asiento de al lado jugando con las manitas de Alina.

-Papi?-preguntó Alina.

-¿Si?- hacía cinco minutos que Alina había hecho otra ronda de preguntas y Mateo estaba al borde de la locura.

-¿Me vas a regalar un perrito?- preguntó en un tono muy dulce que hizo de Lucía quisiera hacer todo lo que ella quisiera.

-Si, pero no ahorita.

-¿Por qué?- ¿otra vez? Por qué tenía que pasarle esto a ella?

- Porque no tengo mucho dinero ahorita- Lucía recordó la deuda a la que se enfrentaría Mateo por el rescate de Alina.

-Bueno- dijo la niña rindiéndose de tantas preguntas que había hecho.

-Santiago, necesito pasar por mi oficina recogiendo unos documentos, antes de ir a casa de la madre de Alina- se giró a donde se encontraba Mateo- si no les importa claro.

-No,No importa.-dijo Mateo.

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-Licenciada- la saludó Sofía.

-Hola Sofía- dijo muy rápidamente, que iba directo a su oficina.

-¡Hey! no camines tan rápido- la llamó Danna.

-Voy muy rápido- dijo Lucía una vez entró a la oficina.

-Nooo sabía que estabas aquí de forma rápida.-respondió su amiga de forma sarcástica.

-¿Eso que oigo es sarcasmo?- Lucía estaba recogiendo los documento que necesitaba en una carpeta.

-Siii, dijiste que me ibas a contar todo cuando regresaras.

-No tengo tiempo- le dijo y luego continuó- ¿te parece si nos vemos en tu apartamento, y hablamos sobre eso?

Ella asintió- Si tu quieres, pero Ángel también va.

-¿Se va a quedar toda la noche?- ojalá que no, ojalá que no.

Danna negó- No, tiene trabajo mañana y dudo mucho que se vaya a quedar conmigo, es muy respetuoso.

-Si, muy respetuoso- dijo Lucía siguiéndole la corriente a Danna- en fin, nos vemos más tarde, avísame cuando tu novio se vaya, no quiero arruinarle su noche "romántica".

Todavía se acordaba como tres años antes lo había conocido.

3 años antes...

-Luci, anda, yo quiero que lo conozcas- suplicó Danna a Lucía que se encontraba atareada con tanto trabajo- por favor.

-¡Ay!- exclamó sobresaltado a su amiga que estaba en la otra línea- está bien, ¿quieres que vaya?, entonces iré.

Su amiga emitió un chillido desde el otro lado.

-Pero solo un rato, mañana tengo mi día libre y no quiero pasármela todo el Día libre durmiendo.

-Si, si, está bien.

-Hecho, a dónde nos vemos.

- Al antro de siempre.

-Tienes que darme tiempo,no me puedo ir con el uniforme.

-Entonces te esperaré.

Una vez que entró al antro vió a su amiga bailando con un sujeto, un poco más alto que ella, se veía como un niño rico, de esos a los que sus padres le dan todo.