Amor a prueba de balas

Capítulo 6: Arrepentimientos

-Ma-llamó Lucía a Mercedes

-¿Qué?-gritó su madre, estaba picando los vegetales para la comida del almuerzo.

-Te tengo una noticia-chilló.

-Ilumínamos-Dijo su padre que venía con unas bolsas en las manos caminando detrás de ella.

-Danna me consiguió un empleo

-¿Así?- dijo su madre- ¿y de qué?-Mercedes y sus tonitos, a veces a Lucía eso le provocaba un tip nervioso en el ojo.

-Como socia  del bufete donde trabaja Danna.-La boca de su madre se abrió en una perfecta O.

-Felicidades-dijo su padre en el cual se podía ver el orgullo en sus ojos.

-Vas a ver que a lo mejor el trabajo no le dura-dijo su madre cuando Miguel  fué a abrazar a Lucía. A veces Mercedes tenía la mala costumbre de decir quesu  hija siempre tenía el negativismo del tamaño del mundo, cuando no era así, era completamente al revés pero no la podia cambiar era su testaruda y nagativa madre.

A veces no te soporto -pensó ella.

-Si no me soportas que haces viviendo aquí entonces, ya debería irte buscando a  alguien que te mantenga. -Dándose cuenta de que lo había dicho en voz alta.

-Mercedes basta-dijo Miguel en su defensa.

-No, no basta, si tan adulta es no debería estar viviendo aquí, y ahora que ya trabaja dería estar viendo a donde se muda.

-Te aseguro madre que cuando me mude voy  a tratar con todos lo medios posibles de ni siquiera buscarte, porque tu forma de ser va a hacer que te equivoques una y otra y otra vez, ojalá no te arrepientas cuando ya tu hija no esté.

-Como si tanta falta me hicieras.

-No te preocupes que de lo que tengo ahorrado más de lo que voy a ganar de mi esfuerzo...

-¿Qué esfuerzo? ¿de drogas, de mula, o de prostituta, a qué te dedicabas en realidad cuando trabajabas en las policía que terminaron despidiéndote?

-No se de lo que hablas.

-No sabes de cuanto me arrepiento,  pero no del futuro sino del pasado, no debí haberte tenido, pero mis principios pudieron más-eso de verdad le dolió a Lucía, era su madre la que le estaba hablando así.

-Si tanto te arrepientes debiste darme en adopción cuando te empecé a dar lata, y así nos pudieramos haber ahorrado las molestias a las dos.-dijo y se marchó.

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-No puedo creer que hayas dicho eso-miró Miguel a Mercedes que continuaba en sus labores en completo silencio.

Él sabía que Mercedes no había querido decir lo que dijo en serio, la situción la empujó a decir eso, tantas cosas que habían pasado desde hacía una año atrás  que la agobiaban, pero ella no estaba dispuesta a dar su brazo a torcer y conociendo a su hija tampoco lo haría.

A veces ni el mismo sabía controlar lo que sentia así como también sentía que su hija era inocente de lo que alguna vez la culparon, pero lo que sintió cuando le dijeron que su hija era sospechosa de esos delitos.... no pudo evitar que a  su mente llegaran perguntas como ¿Qué hice mal?¿Por qué lo hizo?¿Necesitaba poder?, Ni siquiera entiende como su hija salió libre si todo apuntaba a ella, no lo tenía completamente claro, faltaban piezas del rompecabezas, pero el no podía solucionarlo.

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Lucía lloraba en su cuarto recordando cada palabra que su madre le había dicho