━━𝟐𝟖

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Esa podía ser su oportunidad

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Esa podía ser su oportunidad.

El punto débil de las estrellas. Debía hacer que perdiera energía. Las tinieblas hacían parte del trabajo, pero definitivamente, eso no bastaba. Tenía que ser más práctico, más... directo.

Al final, era una estrella pequeña, joven. En teoría, no debería resultarle difícil deshacerse de ella.

Akaun cerró los puños y se irguió un poco en el trono.

Era joven, pequeña e inexperta. Esa era su baza...

	Pese a esa duda que le había surgido de repente, seguía avanzando

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Pese a esa duda que le había surgido de repente, seguía avanzando. No obstante, los esfuerzos que tenía que hacer por seguir de cerca al barquito de papel eran cada vez mayores. No solo porque notaba que le dolía cada parte del cuerpo por los golpes y los roces, además de la caída anterior, sino porque la cueva se estaba estrechando aún más, si es que era posible.

Y de forma peligrosa.

De repente, el camino no daba la sensación de haber sido tallado por una persona. Ni por nadie en general. No tenía ningún sentido, ya que incluso hasta a ella, para lo pequeña y delgada que resultaba, le estaba contando un infierno atravesarlo.

Recorrió un pasadizo sumamente estrecho y forcejeó con un saliente de piedras picudas para llegar a la siguiente zona. A la par, sintió que el techo estaba cada vez más cerca. Visto así, era casi como si la cueva fuese una enorme dentadura, amenazando con cerrarse poco a poco hasta lograr aplastarla entre sus dientes.

De vez en cuando sentía bichos corriendo por las paredes, e incluso encima de su propia piel, lo que le daba escalofríos.

Tiró de su propio cuerpo para lograr pasar, preguntándose si realmente hubo alguien capaz de entrar por esa zona o salir de ella. Eso le dio terror. Una cueva de entrada... Pero no de salida.

Logró salir de las piedras que la atrapaban, arañándose despiadadamente todo el torso. Tuvo muy poco margen para recuperarse, ya que el espacio eran tan sumamente pequeño en ese punto que ya ni siquiera podía descansar del forcejeo.

𝐄𝐥 𝐚𝐦𝐚𝐧𝐞𝐜𝐞𝐫 𝐝𝐞 𝐎𝐳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora