Capítulo 16

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Amber

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Amber

No sé qué horas pero un olor a chocolate caliente me está matando pero el simple hecho de intentar moverme hace que parezca una odisea, no sé si Thomas me tenia ganas desde que le volvió a ver en el funeral de su abuela o cuando empezamos a vivir bajo el mismo techo pero ayer me dejó más dolorida que cuando iba al gym.

Como el hambre me está matando decido coger fuerzas de no sé dónde para intentar ponerme de pie pero me terminan fallando las piernas haciendo que caiga sentada en la cama logrando que Thomas se despierte mientras que yo vuelvo intentar ponerme de pie fallando de nuevo mientras que mi querido esposo solo le queda contemplando riéndose por la escena que le estoy dando.

— Ya me vas a pedir ayuda para ponerte de pie  —me pregunta mientras se sienta en la cama— o seguirás intentando ponerte de pie tu sola cariño.

— Tu objetivo de ayer era romperme —se lo digo toda indignada de la frustración de no poder ponerme de pie yo sola.

— No tengo la culpa de que sea tan apetecible amor —lo que dice le hace arder las mejillas, lo que significa que las tengo ruborizadas— ya te he dicho lo tierna que te ves toda sonrojada —su comentario me hace ponerme más rojas de los cachetes.

— Thomas me vas a ayudar a pararme —lo miro enojada por el hambre que tengo— o vas a seguir disfrutando de como dejaste.

— Deja que me ponga el pantalón —se para mientras me deja ver su cuerpo— toma ponte tus bragas, tu brasier y mi camisa cariño.

Hago lo que le dice para poder bajar e ir directamente hasta donde está ese delicioso olor a comida, aunque si es de quien creo que es la comida, estaré sumamente feliz de que por fin ya está con nosotros y así ya no la estaría extrañando.

Cuando ambos estamos medio vestido Thomas pone su brazo izquierdo debajo de mis piernas y el derecho lo pone en mi espalda mientras que yo me sujeto con ambos brazos de su cuello para así poder bajar hasta el comedor que está se frente a la cocina, cuando estamos en la primera planta del chalet mi mirada fue directo a la persona que se encontraba en la cocina.

— Espero no haberlos despertado —dice mamá Nelia mientras nos mira con lágrimas en los ojos.

— No nos desperetartes nana —le dice Thomas— ya estábamos despiertos verdad cariño.

— Si es cierto mamá Lia —creo que mejor comenzaré a llamarla por esa abreviatura de su nombre— el hambre me despertó y cuando me estaba cambiando para venir a la cocina el olor a chocolate caliente me mató.

Se empieza a reír por lo que le acabo de decir si soy sincera en el fondo me pone muy feliz tenerla acá con nosotros durante la luna de miel Ahora que me he dado cuenta que no puedo estar sin su mirada maternal que me dedica ya que eso fue lo que más me faltó en mi vida y mamá Lia está llenando ese vacío haciendo que me sienta completa.

Inmensa CoincidenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora