Aprendí lo que es la traición, aprendí lo que es que personas de tu misma sangre te haga daño, aprendí lo que son las mentiras, aprendí lo que es el sufrimiento, aprendí lo que es que te lastime la persona que supuestamente decía que te amaba, apren...
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Thomas
Con este paseo me ha dado ganas de tener una salida familiar incluyendo a mi nana no voy a negar que me había olvidado lo que era tener una familia pero el salir con Amber me ha hecho darme cuenta lo hermosa que es la vida y de lo mucho que me estaba perdiendo por estar encerrado en mi oficina o perdiendo el tiempo con Helen, el alejarme de todo me está haciendo ver la vida desde otra perspectiva.
— Cariño estaba pensando que tal vez mañana podemos salir —quiero llevarla a una obra teatral— y también incluir a mi nana en nuestra salida, qué te parece cariño.
— Que opino de qué —en el momento que escucho su pregunta supe que estaba hablando con el viento.
— En qué estabas pensando Amber —que la pudo haber tenido tan en su mundo que no me escuchó cuando hablaba.
— Ya llegamos señor y señora Lennox —estoy por decirle al chofer que nos deje a solas cuando escucho la puerta cerrarse de mi lado izquierdo.
Verla correr hacia el chalet mientras le hablaba parecía una niña pequeña que en busca del apoyo de alguien pero en el caso de mi querida esposa se en busca de que apoyó va y no pienso permitir que mi nana la vaya a proteger y no pienso quedarme con la curiosidad de saber qué era lo que la tenía tan absorta en sus pensamientos cuando le estaba hablando, bajo del auto con toda la calma del mundo.
— Amber Lennox regresa no me dejes con la duda —le grito mientras iba ingresando al chalet.
— Hija no corras que te puedes caer —en el momento que la escucho decir esas palabras a mi nana confirme mis sospechas
— Mi nana no te va a salvar —dejo el helado en la mesa para ver si así mi nana va a ver qué es lo que he traído.
— Se puede saber que no la voy a salvar Thomas —el tono serio con el que me habla no me favorece mucho.
— De que me diga que era en lo que estaba pensando —la mirada de mi nana es de es su privacidad no te metas.
— Te lo diré pero después de cenar esposo —con eso se da media vuelta para subir las escaleras no sin antes darle un beso a mi nana.
— El que sea tu esposa no te da el derecho de querer saber sus pensamientos —creo que nunca se le va a ir el enojo de mi nana.
— Nana si se lo pregunto es porque le estaba hablando y no presto atención a lo que le decía y mucho menos al paisaje —que de malo tiene que me preocupe por mi esposa.
— Es por eso que quieres saber —creo que entendió por qué lado va mi preocupación— porque no presto atención cuando le estabas hablando.
— Nana no es por eso —ya es hora que entienda que si me preocupo por mi esposa— es para saber qué es lo que le preocupa y si yo puedo ayudarla con eso.
