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Elizabeth:


Me tocó regresar a la casa sola, al menos Draco nos dejó la camioneta para poder regresar. Liam preguntó por el y tuve que decirle que Draco se fue por qué debía trabajar.

Todo esto nos está afectando demasiado a nosotros, yo estaba desecha y triste por no poder hacer más por mi hijo, estaba asustada, estaba destrozada por lo que está sucediendo.

Afortunadamente Liam venía dormido y no escuchó todo el ruido que hay en la casa, lo deje acostado en su habitación ya que la sesión de quimioterapia lo dejo agotado.

Rápidamente bajé hacia el despacho de donde salían gritos y se escuchaba cosas romperse. Damon estaba parado afuera de la puerta junto con la señora de la cocina.

—¿Qué está pasando? ¿Por qué Draco está así?

—Esta mal —respondió Damon—, llegó a la casa lanzando maldiciones y se encerró.

—No entiendo, no debería ponerse así.

—Estás siendo demasiado insensible ¿Lo sabes? —lo miré—, no nos conocemos lo suficiente y eres la mujer de mi amigo y te tengo respeto, Pero a él lo conozco desde antes... Esto lo afecta mucho a el. Por qué estamos hablando de su hijo.

Quizá esté siento demasiado insensible, yo también me siento afectada.

Decidí entrar al despacho a pesar de que me dijeron que no lo hiciera. Dentro de esta estaba todo roto y había vidrios por todos lados.

—¿Que haces aquí? Dejame solo.

—Draco..

—¡Que quiero estar solo! ¡¿No lo entiendes?!

—No me iré -dije calmada—, mira como estás, estás herido... por favor, suelta el arma.

Caminaba de un lado a otro con el arma en la mano, en su otra mano tenía una botella que estaba a la mitad, sus nudillos estaban desechos y su camisa blanca estaba teñida de rojo.

—Draco, piensa en Liam.

—Eso es lo que estoy pensando en mi hijo, estoy molesto, estoy desecho... Necesito asesinar a alguien.

—Dios mío Draco, basta —me acerqué a el—, dame eso.

—No te metas —me apuntó con el arma—, déjame en paz.

—Baja el arma —dije con calma—, no me vas a lastimar ¿O si?

—Solo... Solo déjame en paz Elizabeth —solto con sorna—, no estoy de humor ahora.

—Debes hacerlo, Liam está en casa y si te escucha se va a asustar, vamos Draco, baja el arma.

Pude ver como su mano tenía un leve temblor mientras sostenía el arma con fuerza. Luego la bajó y la dejo sobre su escritorio.

Comenzó a beber de la botella como si fuese agua.

—Draco, debes mantener la calma en este momento por favor.

—¿Calma, dices? —solto una risa seca— No podría mantenerme en calma mientras mi hijo tenga esa enfermedad, he fallado como padre al no ser compatible con el —se sentó en el sofá—, ni siquiera pude hacer eso por el.

—Lo sé, pero esto es algo que se sale de nuestras manos —me miró—, yo estoy igual que tú, yo tampoco soy compatible con el.

—Si tan solo me hubieses buscado antes...

—Draco no comiences...

—No, Elizabeth. Tu debiste haberme buscado antes —se puso de pie—, tu tenías que haberme buscado, yo tenía que haberte buscado, pero por mi maldito orgullo, también por creer que te habias casado, ahora, estoy pagando las consecuencias.

Draco |+18| II Bilogía Mafia. ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora