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Elizabeth:


Podía ver la ira de Draco en sus ojos, justo ahora temía por mi y lo que podría hacerme. Hace rato que no lo veía así de molesto.

—No te haré daño si es lo que piensas Elizabeth, Pero estoy muy celoso, celoso de que aquel bastardo te haya tocado. Nadie, absolutamente nadie tiene el derecho de tocar a mi mujer ¿Está claro?

Me volteó de forma brusca, puse las manos en la pared de la regadera, Draco abrió mis piernas, sentí como su torso mojado se pegó a mi espalda, al igual que su enorme erección.

—Me tienes duro —murmuro en mi oído.

—¿Tendrás sexo conmigo para desquitar tus celos?

—No, quiero quitar ese asqueroso olor de ti, quiero que tú cuerpo sepa a quien le pertenece Elizabeth... Tu eres mía, solo mía.

Su mano se fue a mi cuello e hizo que girara un poco la cabeza, sus labios se unieron a los míos, no me resistí a besarlo, el lo hacía con mucha demanda y lujuria. Gemi cuando su mano le dió un apretón a uno de mis pechos y luego dió un tirón a mi pezón.

Draco me soltó los labios de forma brusca. Luego comenzó a frotar su rostro en el mío.

—Maldita sea Elizabeth —murmuro—, siente mi polla.

Su cuerpo hizo presión sobre el mío haciéndome sentir su erección.

La mano que estaba en mi pecho bajo hacia mi vientre hasta llegar a mi intimidad, mis gemidos no se hicieron esperar, Draco dió un par de palmadas a mi intimidad, mis ojos se cierran ante el placer que esto estaba generando en mi, mi mano se fue hacia su cabello y di un apretón a este.

Draco retiró su mano de mi intimidad y mi cuello, se alejó un poco de mi, sentí un fuerte azote en mi trasero, luego otros más.

El agua comenzó a salir tibia, luego el me volteó haciendo que lo mirara, ni siquiera me había dado cuenta cuando se quitó el pantalón. Tenía que admitirlo, Draco es un hombre muy sexy, esta muy bien tonificado, aunque tiene un par de cicatrices y tatuajes, eso, lo hace lucir muy sexy.

El se acercó a mi con el jabón en sus manos y comenzó a pasarlo por todo mi cuerpo, hacia todo esto mientras miraba mis pechos.

—Dejame tocarte Draco —me miró.

—No —respondio tajantemente.

—¿Por qué?

—Por qué seré yo el único que te toque.

Esto me molestaba mucho, si el cree que no podré tocarlo, está equivocado.

Detuve su acción como pude ya que el es demasiado grande para mí. Me acerqué a él y tome su polla en mis manos, su rostro no hizo alguna expresión, aún así, comencé a mover mi mano de adelante hacia atrás, el comenzó a respirar de manera agitada.

—Chupala —me pidió.

—¿Y si no quiero?

—Hazlo maldita sea —mascullo—, hazme una mamada Elizabeth.

Lentamente comencé a agacharme mientras lo miraba a los ojos, sin despegar mi mirada de la suya, abrí mi boca y meti su polla en mi boca, Draco se recargó de la pared y comenzó a soltar gemidos mientras mi boca comenzaba a hacer su trabajo.

Mi lengua rodeaba toda su enorme y dura longitud, yo misma estaba sorprendida de mi atrevimiento, pero quería hacer esto, Draco saca todo esto en mi.

—Eso es —solto un fuerte gruñido—, vamos muñeca, sigue. 

Draco |+18| II Bilogía Mafia. -Finalizada- ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora