Capítulo 17: She's Gonne

24 1 2
                                    


Chicago, Sala de Audiencias, Universidad, septiembre 1995

La sesión del Honorable Consejo Superior Universitario, al final no fue tan privada como me hubiese gustado. Había demasiada gente: todos los testigos se quedaron de principio a fin; tu padre, tu hermano, mi hermana, mis amigos, algunas amigas tuyas. Además de Stair y Annie testificó Eliza Legan, haciéndote quedar como una arpía sin escrúpulos, pero el testimonio de mi amiga Karen Kleis la desmintió por completo. Karen era una excelente alumna de años avanzados, quien te conocía del voluntariado en la ONG ambientalista. Archie quiso también testificar a tu favor, pero lo convencimos que podría ser contraproducente debido a la relación que mantenía con Annie... aunque después de todas las mentiras que ella dijo sobre tí... difícilmente continuaría algo entre ellos.

Se habló de unas fotos comprometedoras de nosotros dos, pero tuvieron la decencia de no mostrarlas en público. Al final, luego de media hora de debate el Secretario del Consejo se levantó y leyó la decisión tomada:

Ante los hechos expuestos, el Honorable Consejo Superior Universitario se siente abrumado por la gravedad de la falta cometida. Si bien se ha comprobado en esta investigación que existen intereses oscuros en la denuncia realizada, y que no se puede tomar de forma aislada de los atentados ocurridos a la Profesora White y al Señor Ardlay en los que casi pierden la vida, lo cierto es que sí existe una falta administrativa grave al haber permitido la Profesora White una relación personal, del tipo que fuere, con un estudiante que en ese momento tomaba clases con ella. El hecho que se haya establecido que el señor Ardlay era mayor de edad al momento de iniciar la relación con la Profesora White, evita que el acto sea un delito penal, pero no exime de la responsabilidad administrativa en esta casa de estudios. A este respecto, la renuncia irrevocable de la Profesora White hace más fácil nuestra tarea de sentar un precedente sobre estos casos. Ella nos dejó una carta antes de su partida ...

Quedé helado ¿De qué estaba hablando? ¿Renuncia? ¿Partida?. Volví a ver a George sin comprender realmente de lo que hablaba del Secretario del Consejo. Desde ese punto ya no fui capaz de entender nada. George me miró extrañado. Él tampoco entendía. Tom bajó los ojos. Algo ocultaba.

- .... En la que acepta toda la responsabilidad de los hechos y promete no volver a dar clases en esta casa de estudios. Así mismo, y a manera de disculpas, ella y su familia instituyen la cátedra William George Ardlay, a través de la cual otorgarán 5 becas completas para estudiantes de escasos recursos que deseen cursar una carrera en ciencias sociales en esta universidad. Este es un gesto que el Honorable Consejo agradece. Con respecto al señor William Albert Ardlay quedan suspendidas sus notas de los cursos impartidos por la Profesora White, dándole la oportunidad de presentarlos por suficiencia a la brevedad posible. Habiendo agotado todos los puntos que motivaron la presente investigación, se agradece la participación de los testigos y se levanta la sesión.

Un murmullo generalizado se escuchó en toda la sala al tiempo que los miembros del Consejo salían por una puerta lateral y todos los presentes empezaban a caminar hacia la salida principal del recinto. Yo corrí directamente hacia Tom, lo dirigí hacia un lado del salón, lo tomé de las solapas del saco y sacudiéndolo con brusquedad le pregunté:

- ¿Qué está pasando? ¿Cómo es que renunció? ¿Cómo es que se fué? - George y Rosemary se abalanzaron sobre nosotros tratando de separarnos. Steir y Archie intervinieron también. Yo estaba fuera de mí. Aunque alguien me lo hubiese explicado, no habría entendido... no lo habría entendido nunca... de cualquier forma.

Entre el forcejeo, Steir, Archie y Rose se quedaron conmigo. Yo apenas podía sostenerme en pie. Me desplomaron como pudieron en una silla cercana. George se acercó a Tom con un rostro de incredulidad.

- !Tom!, ¿Qué ocurrió? ¿Cómo es eso que se fue? ¿Qué sabes tú al respecto?

- !El la ayudó! !El la ayudo a huir! !Y me lo escondió!... ¡Le pregunté que pasaba, y me mintió! !Ambos me mintieron! - Les grité desbordado de rabia. Tom, muy dueño de sí, se acercó a mí, tomó una silla para sentarse frente a mí y mirándome a los ojos me lo contó todo:

- Hermano, no fue mi intención ocultártelo, pero ella me hizo ver que era lo mejor - Yo lo volví a ver con una mirada cargada de ira y estaba a punto de responderle cuando la presión de la mano de Rose sobre mi hombro me hizo callar. - Ella fue citada por el Decano, para enseñarle fotos... digamos que... inapropiadas de ustedes dos cuando supuestamente tú eras menor de edad. Habían documentos que lo acreditaban, falsos, evidentemente. La amenaza estaba hecha: tú serías expulsado y ella despedida. La falsedad de los documentos evidenció la mala voluntad de la acusación, lo que le permitió a ella interceder por tí a cambio de tu su renuncia. Al regresar a casa encontró una rata muerta en la puerta con el mensaje que si no te dejaba en tres días te matarían. No pudo más con eso. Me pidió ayuda para salir del país y perderse. Se fue a Europa, primer destino Madrid, pero se moverá por todo el continente en bus, pagando en efectivo, se cambiará el nombre, no podremos contactarla, ella llamará a papá cada cierto tiempo para verificar que está bien. Y nada más. Lo único que quiere es que sigas vivo. Te ama verdaderamente. Por favor, honra su sacrificio, vive tu vida y sé feliz. Es lo único que ella quiere de tí.

Yo lo miré incrédulo. No sabía qué emoción me dominaba: la rabia de no poder hacer nada, la infinita tristeza de saber que te habías dado por vencida, la traición de no haberme tomado en cuenta en una decisión que nos afectaba tanto a ambos.

- ¿Cómo puedo ser feliz si ella no está conmigo? ¿Para qué quiero la vida si no es para vivirla a su lado?

- !No digas eso Albert! - Me rugió Rosemary abrazándome desesperada - !No digas eso! Mientras hay vida hay esperanza. Ya sabremos encontrar una solución. ¿No es cierto George? - Preguntó buscando más un consuelo para ella misma que para mí.

- Así es muchacho - Dijo George apretando mi hombro y posando una mano firme pero delicada en la espalda de mi hermana. - No estás solo. Juntos encontraremos algo que podamos hacer. Yo no sabía nada. Te lo juro. Yo hubiese intentado disuadirla, pero seguramente por eso mismo no me lo dijo. Sin embargo, me parece que su decisión no fue tan descabellada. Dale crédito. Existe una amenaza muy seria contra tu vida. La mejor forma de evitar consecuencias nefastas es haciendo lo que hizo: alejándose públicamente de tí. Con eso nos gana tiempo para encontrar al culpable. Cuando el maldito que planeó todo esto esté tras las rejas, la encontraremos y ustedes volverán a estar juntos. Ya verás. Paciencia muchacho, paciencia.

She's Gonne - Steelheart

Ella se fue, se fue de mi vida

Yo estaba equivocado

Yo soy el culpable, fui tan falso

No puedo vivir sin su amor

Vuelve, a mis brazos

Estoy tan solo

Te lo estoy rogando,

De rodillas,

Perdóname, niña

Lady, ¿Podrías salvarme?

Mi corazón te pertenece

Lady, ¿Puedes perdonarme?

Por todo lo que te he hecho

Lady, oh lady, oh lady

ALWAYSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora