ADVERTENCIA: ESTE CAPÍTULO CONTIENE ESCENAS EXPLÍCITAS DE VIOLENCIA SEXUAL NO APTA PARA MENORES DE EDAD. SE RECOMIENDA DISCRECIÓN.
Londres, noviembre 2004
Nos habíamos dado cita en la casa que compartimos por tantos años. Él ya estaba allí, sentado al piano. Cuando estaba nervioso o alterado, tocar el piano lo tranquilizaba. En aquel momento tocaba la canción de Leonard Cohen: Halelluya, con un sentimiento tan triste y tan dolido que era imposible que no supiera que la estaba cantando pensando en mí. Me quedé en el corredor, junto a la puerta abierta del salón para no interrumpirlo y verlo sin que él me viera, ya que estaba de espaldas a la puerta.
He oído que hay un código secreto
Que David usaba para agradar al Señor
Pero a tí ni siquiera te interesa la música, ¿no es cierto?
Pue Iba algo así: la cuarta, la quinta,
La menor cae, la mayor sube,
El atribulado rey componiendo Aleluya
Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya
Tu fé era fuerte pero necesitabas una prueba
La viste bañándose en el tejado
Su belleza y la luz de la luna te sobrecogieron
Ella te ató a la silla de la cocina
Destruyó tu trono y cortó tu pelo
Y de tus labios
arrancó un Aleluya
Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya
Cariño yo he estado aquí antes
He visto estas paredes y caminado por este suelo
Yo solía vivir solo antes de conocerte
He visto tu bandera en un arco de mármol
El amor no es una marcha de victoria
Es un frío y roto Aleluya
Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya
Había un tiempoen el que me dejas saber
Lo que estaba pasando por debajo
Ahora tú nunca me lomuestras, ¿no es cierto?
Recuerda cuando me movía en tí
Y la sagrada paloma se movía también
Y cada aliento que tomábamos era un Aleluya
Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya
Quizá haya un Dios allá arriba
Pero todo lo que yo siempre aprendí sobre el amor
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ALWAYS
FanficAl ritmo de rock anglo de los noventas, esta vez es Candice White la exitosa y empoderada heredera, mujer de negocios, abogada y catedrática universitaria que se enamora de un estudiante brillante 10 años menor: William Albert Ardlay. Viven un rom...