CAPÍTULO 20: YOU GIVE LOVE A BAD NAME

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Chicago, septiembre, 1995

El comentario tuvo su efecto: me bañé, me resuré y me dediqué a limpiar un poco. El desorden era terrible, igual que el olor que se había acumulado en el departamento. Primero, con dos semanas de ventanas y cortinas cerradas, viviendo tirado en mi sofá, llorando, oyendo música deprimente, sin comer, ni beber, únicamente abrazando tu foto y fingiendo que aquella sonrisa era real frente a mí; imaginando tu cuerpo pequeño y frágil sobre el mío, tus manos delicadas acariciando mi rostro... yo hundiéndome en tí, viendo tu rostro entrecerrar tus hermosos ojos por el placer de sentirme dentro... Para luego pasar a la intensa actividad física que Eliza y yo habíamos tenido entre aquellas paredes. !Había mucho que limpiar y que ventilar, muy profundamente!

Con suerte, había terminado un poco antes que el timbre sonara nuevamente. Eran Stair, Archie y Karen.

- !Vaya hermano! ¿Qué milagro ha pasado acá? Nosotros veníamos preparados hasta con una bolsa para cadáveres... por como olía la última vez que estuvimos aquí...

- !Exagerados! - les dije finguiendo disgusto, pero en el fondo contento con contar con aquella banda de desadaptados. - Acá todo está bien, como podrán ver. Ya corre el aire...

- Así veo.... ¿A qué se debe el milagro? - Preguntó Karen, siempre la más inteligente de todos

- Ningún milagro... solo caí en la cuenta que no me dejaré morir porque Candy no supo apreciar lo que yo le ofrecía. Alguien más sí lo hará... - expliqué pecando de fanfarrón...

- ¡¿Te acostaste con alguien más?! - Concluyó ella, no sé ni de qué manera

- !No!... !Como crees! ... !No!.... - Le dije viéndola a los ojos fijamente, creyendo que al decir la verdad me creería. Realmente no me había "acostado" con nadie.

- !Por Dios!... !Sí que lo hiciste! - Afirmó, cubriéndose la boca llena de espanto. Stear y Archie se limitaban a mirarnos, sin entender tampoco como Karen había sacado deducciones de la nada.

- ¿A qué han venido a mi casa? ¿A acosarme? Si es así, puede regresar por donde vinieron, no estoy de humor - dije tajante, la verdad, muy corto de paciencia.

- !Ya, calma hermano! - intervino Stear, conociéndome mejor que nadie, que estaba ya a mi límite de paciencia - Venimos por dos cosas importantes: la primera, tu hermana me comentó que estás buscando un compañero para compartir apartamento y me gustaría rentarte la habitación que está vacía. Necesito ya mi propio espacio.

- Mmm... yo no estoy rentando nada - le dije un poco grosero. No estaba muy simpático por esos días.

- Tu hermana me dijo que sí. Que estabas en la encrucijada entre rentar o regresar a la casa de ella, pero que ya no querías continuar solo con el alquiler, así que vengo a proponerme oficialmente como tu roomy. ¿Qué dices? - Lo vi tan contento e ilusionado.... además el tipo era centrado y su compañía me ayudaba mucho. Comprendí al instante la jugada maestra de Rosemary... aunque esos días de sexo salvaje no hubieran podido pasar de estar en un apartamento compartido... como si se fueran a repertir...¿o si?....

- Mmm... no sé... puede ser.... sí... sí puede ser.... vamos a mediados de mes. Dame estos días para acomodar la habitación - le mentí - y te mudas a principios del próximo mes. ¿te parece? - ¿Qué pretendía? Si debo ser honesto conmigo mismo, me da vergüenza... sí, quería...repetir...

- !Perfecto!

- ¿Y la segunda cosa por la que venían?

- Pues que tu suegro - empezó Archie, cayándose en seco al momento en que le dirigí una mirada de hielo - !Perdón!, !Tu ex-suegro!...- otra mirada de hielo - ¿Tu padrasto?.. - mis ojos rodaron al cielo exasperado - !Tu cuñado, George! Ufff!... que complicadas estas relaciones!, ha dado con algunas pistas que apuntan a una posible sospechosa de los atentados al auto de Candy, el atentado de ustedes, la denuncia ante el Consejo - Atrapó mi total atención - !Eliza Legan! - Yo estallé en una carcajada que nadie esperaba

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